EL JEFE RAONI LLORA AL PERDER EL HOGAR DE SU TRIBU POR UNA PLANTA HIDROELÉCTRICA



Era un hombre pequeño.
Un hombre pequeño y casi desnudo
con todos los caminos en la frente.
En la memoria, un nudo
sujeta la historia de los hombres
antiguos y menudos como él,
que se asoman al mundo por sus ojos.
 este hombre chiquito,
casi sin ropa,
recibe la noticia. Se derrumba.
Y se le adhiere a la piel la savia de la selva.
Tendrá que abandonar
por aquellos caminos de su frente
la tierra del tucán y de la flecha,
y su pequeña amargura
avanza por las venas amazónicas

tratando de huir de las fronteras
que impone una fotografía.

Elisa Berna Martínez