Leyenda I

Robert Johnson,
imagen tomada de la red


En la 61 con la 49.
Justo ahí estuvo esperando,
quizá con un encendedor en el bolsillo
o este dato es poco probable.
Puede que llevase al hombro su propia guitarra,
que ululara el viento entre las veletas
destartaladas de Missisipi.
Ohh, campos de algodón que arrancan
gemidos a los hijos de los esclavos,
podeis certificarlo vosotros?
Creo que hubo pacto. Lo creo,
y el diablo llegó esa noche para cerrarlo.


Elisa Berna Martínez