Indigestión



Deslízate por mis ojos

Y engánchate a mi corazón.

Báñate en mi rojo

Y baila al ritmo de tacón,

De fandango, de flamenco…


Muévete por bulerías

Y piérdete en mis brujerías.



Muerde mis labios,

Cómete mis risas

Y escupe por la ventana de tu cuerpo

todo el ácido que envenena mi tiempo.




De su poemario inédito Oscuro

Reservados todos los derechos







Eduardo boix en zaragoza



Viernes 26 de febrero, 20 horas,
El pequeño teatro de los libros (c./ Silvestre Pérez 21, Las Fuentes, Zaragoza).
Velada poética con la presentación de tres libros:
"Últimas jornadas en el paraíso" de Eduardo Boix (Zaragoza, Eclipsados, 2010) con Octavio Gómez Milián como presentador y el editor de Eclipsados.
"Ucronía e hilván" de José Ángel Hernández (Colección el bardo, Libros de la frontera, Barcelona, 2009) con Ignacio escuín Borao como presentador y
"Delfos, me has vencido" (Colección el bardo, Libros de la frontera, Barcelona, 2009) de Juan Carlos Elijas con Antonio Ansón como presentador.
Al término de la velada, por cortesía del Pequeño teatro de los libros, se servirá un vino con el que brindar por la aparición de estos tres libros y la presencia en Zaragoza de estos tres autores foráneos.

En Carabanchel con AFANDICE

DEDICADO A LA PEÑITA DE AFANDICE


La imaginación
Puede ser y
Sin pensarlo apenas
La llave maestra
De nuestra felicidad
.
Es el verdadero motor
De todas las pasiones
Con la que se abre
La puerta grande
De nuestros mejores sueños
.
Corazones agujereados
Por abrazos y sonrisas
Lagrimas que son
Luces en los ojos
Cuando me miran
.
Sentimientos seguros
De los que apostillan
Son los que ahora
Te digo amigo mío:
.
Mi vida se la entrego
A los que sueñan
A los que ríen
A los que dan
Sin yo pedirlo
.
Besitos
Desde la orilla
De la vida
Hasta el cruce
De la muerte.

El mundo me espanta



Si me adivinas figura de espantapájaros

no te asustes que es mi miedo a la gente,

a sus pájaros

y a sus pájaras.



Reservados todos los derechos


Braulio el martillo


Son las doce de la noche

Estamos ante la hora bruja

Y este sábado, ya domingo

Es tan frio e insoportable

Que no me reconocerías

Si me vieras a cinco metros

De reciproca distancia

Lorena engulle un kebab

Que poco parece importarle

Con tal que agonice el hambre

Mientras desabrocha uno a uno

Los botones, los suyos, los míos,

Bajo cero, todos, en plena calle.

¡Vamos a ver a Braulio el martillo!

Me agarra, me suelta, me retuerce.

Sus ojos son los latidos de dios

Sus labios transportan la mercancía

De una suculenta vocecilla

Que a golpecitos me grita;

¡Vamos a ver a Braulio el martillo!

El viento empuja una esquina tras otra

Sin reparar en los daños que hace

Con sus escupitajos frenéticos y salvajes

Suerte que Braulio no suele cambiar de sitio

Siempre refugiado en la misma calle

Donde con el ocaso la sexualidad es plural

Y tan solo al amanecer despierta la prudencia.

Pero al llegar hasta esa calle contemplamos

Unos seres malignos vestidos todos iguales

Quemando todo lo que se encuentran a su paso

Alli nadie queda, tan solo los encapuchados

Con sus botas de puntera de acero, sus bates,

Sus puños americanos y sus sprays insultando.

No queda ni rastro de Braulio el martillo.

La llamada del pánico una vez más, callado

Esperando que la cajita con cámara nos hable

Se descuelga el teléfono, voz seca y sofocante,

Braulio estaba golpeando su martillo entero

Contra el trasero de un nuevo novio aburrido

Dentro de los baños de su garito de siempre

Ya que tuvieron que bajar la persiana

Por unos delincuentes

Entrevista a Manel Loureiro

Por Octavio Gómez Milián





Es un experto en zombies, en muertos vivientes... a pesar de eso la cita no se produce en un bunker protegido mientras cientos de uñas rascan la superficie externa, si no en un café zaragozano, de la Zaragoza preApocalipis. Toca hablar de de la segunda parte de la pesadilla personal perpetrada por Manel Loureiro... después de Apocalipsis Z, después del comienzo... los “Días Oscuros”(Plaza y Janés).

¿Hay un boom, una explosión de la literatura de terror, de la literatura de muertos vivientes?

El género de terror siempre ha estado aquí. Stephen King, Clive Barker...todos llevan vendiendo hace años, en Gran Bretaña, en Francia, en Alemania... es en España donde nadie se había atrevido a publicar este tipo de material, no había distribución... pero siempre, siempre ha estado así, sólo hacía falta encontrar la fibra, tocarla... quizá soy el primero que encontró una cierta difusión y que, quizá, se haya consolidado.

En la BBC se producen series apocalípticas como la revisión de “El día de los Trífidos” o directamente de zombies, como “Dead Set”, libros como “La Guerra Mundial Z” de Brooks
...y qué me dices de la película basada en “Ensayo sobre la ceguera” de Saramago...no son zombies, pero sí elucubra sobre situaciones extremas de la evolución de la sociedad, enfermedades, epidemias, mutaciones, no sólo monstruos... no es una cuestión de género, no me gusta el término género de terror...¿los thrillers de Michael Crichton son género? Yo sólo quiero contar una historia, algo que te haga caer dentro del libro, que te haga pasar las horas volando, ése es el objetivo, entretener, despertar sensaciones.


Días oscuros es la continuación de Apocalipsis Z. Si el primero comenzaba en Galicia, con un brote vírico que provocaba que los muertos volvieran a la vida con una agresiva necesidad de carne humana, incluyendo referencias a Zaragoza (Nota: uno de los primeros puntos calientes es el Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa) y termina con un salto hacia el abismo, con unos supervivientes tratando de alcanzar las Canarias, el único punto de Europa aparentemente libre de la plaga. Ése es el punto de partida de los “Días Oscuros”, mucho más depurado literariamente, un salto cualitativo en lo técnico, arriesgado, con historias paralelas y perspectivas novedosas, incluso la de los zombies.

Mira, es complicado, piensa en los vampiros, son inteligentes, guapos, sofisticados, prácticamente estrellas del rock... pero los zombies son lentos, sucios, huelen mal, no tienen personalidad, basan su fuerza en el número, pero son el monstruo definitivo, lo único que no puedes destruir, los que hacen saltar cualquier referencia social. En realidad en la literatura, en el cine de muertos vivientes los protagonistas son los que se enfrentan a ellos, los zombies son ruido de fondo. El primer libro está escrito en formato diario, el protagonista no tiene nombre, quiero que el lector juegue con la idea de que el es él el que vive el Apocalipsis. Yo sólo quiero crear un ambiente, producir miedo, frente a hacer reír o llorar, que son actividades racionales, el miedo es irracional, tienes que ir tejiendo poco a poco, a base de pequeñas pinceladas, crear, enhebrar, provocar una sensación de desazón, angustia, planteamientos más largos, más complicados.

La mayor parte de la bibliografía sobre muertos vivientes, tanto literaria como audiovisual, se refieren al momento conocido como “La noche de la ruptura” (outbreak en inglés) pero “Los Días oscuros” de Manel Loureiro, como el Day of the Dead o el Land of the Dead de George A. Romero se refiere al días después... a cómo evolucionará una sociedad que ha sufrido semejante alteración y que tiene que convivir con ella. Esto exige un enorme trabajo de documentación y asesoramiento científico, además de una gran capacidad de imaginación, claro.

Lo primero que hice, como trabajo de documentación, fue conseguir los planes de contingencia, tanto del Gobierno español como del resto de los países europeo y, para mi sorpresa, estos no contemplan emergencias globales. Sí que existen para emergencias locales o regionales...pero para globales, mundiales no hay. No existen medios materiales ni humanos para contener una enfermedad a nivel mundial. Estamos a doce horas de avión de cualquier sitio, sería incontenible. Para mí los “Días oscuros” es eso, lo que hay después de los títulos de crédito... el primer round está superado, pero ahora qué, mañana qué...porque todo va a ser igual y hay que reestructurar nuestra vida. ¿Qué sucedería? habría enfrentamiento político, la lucha por los recursos, regímenes supervivientes draconianos... Canarias es el objetivo, un lugar que pasa de ochocientos mil habitantes a cuatro millones, un sitio desértico donde no es nada fácil producir alimentos, una ucronía donde no hay buen rollo, donde los arquitectos, los abogados, tienen que ponerse a tirar de los arados si quieren comer. También para escribir el libro me documenté leyendo testimonios del final de la Segunda Guerra Mundial, testimonios de supervivientes, gente que había sobrevivo a los campos de concentración. Todo eran deseos por vivir, después del infierno muchos tuvieron seis, siete...diez hijos. Entonces la única moneda eran los objetos de valor que se podían llevar en un bolsillo, el oro, las joyas o los suministros médicos. Sobre todo quería evitar este tipo de historias en las que el protagonista es un héroe, guapo, gracioso, que se lleva a la chica, que conduce treinta películas, que es capaz de usar cientos de armas... si el libro está ambientado en España...la pregunta es: ¿Cuánta gente conoces que tenga un arma? ninguna ¿Sabrías dónde conseguir un arma? no hemos hecho el servicio militar. Hay que hilar muy fino.


Tras dos partes... evidentemente los fans esperamos la tercera.

Sí, existe esa posibilidad... un tercer volumen, aunque quiero que sea, como los dos anteriores, independientes el uno del otro, que la gente lo pueda leer sin conocer los otros dos anteriores. Apocalipsis Z es el primer round, la ira, los Días Oscuros son los días anteriores, la negación...quizá la tercera parte es la aceptación, la reconstrucción de la sociedad, muy limitada. Quiero cerrar el círculo, pero no más de tres volúmenes. Estirar la historia sería engañar al lector, terminaría por desarrollar una historia esquemática, de personajes repetitivos y planos. Las series de libros, además, nunca han funcionado muy bien en España.

Es inevitable hablar de una adaptación cinematográfica, ¿nos puedes adelantar algo?


Sí, por qué no...hay contactos...pero no hay nada cerrado. El mundo audiovisual en España es muy inestable... hasta que todo está cerrado, parece que va a salir, luego se cierra de golpe. Más que una película yo lo vería como una miniserie, dos o tres capítulos, sin excesos con el presupuesto, piensa que muchos escenarios son interiores, pocos personajes. Sería un broche de oro estupendo, un proyecto que comienza en un blog, que tiene un primer libro que va muy bien, un segundo volumen que ya va por la segunda edición. Pero me gustaría un proyecto cuidado, no someterme a los modos de la producción audiovisual en España, nada de guionistas sometidos a imposiciones de producción que conviertan el libro en algo irreconocible... en fin.

Hablamos del fenómeno de los seguidores del blog, lo positivo y lo negativo, del “Universo Loureiro”, del nuevo público para la literatura de zombies y el futuro a medio plazo para el escritor Manel Loureiro:

Durante un tiempo intenté que el fenómeno del blog funcionara, hasta que tuve que deshabilitar los comentarios. Yo animaba a la gente para que desarrollara historias paralelas pero con la única petición o exigencia de que yo fuera el que marcara la pauta, que fuera el responsable de armonizar y mantener el canon. Pero fue imposible, la gente funciona con ritmos distintos. No puede ser que yo plantee que a los quince días el protagonista aún está tratando de enterarse de qué está pasando y algún fan ya coloque a un tipo pegando cañonazos contra zombies por las calles. Quizá sí que he abierto un mercado, pero como todas las modas, porque la literatura de muertos vivientes es una moda, siguen el mismo esquema comercial: el producto (véase ApocalipisZ) y luego los productos que siguen la moda... para acabar con los productos de baja calidad, la imitación de la imitación, los exploited. La sobreexplotación es un peligro. Desde el “Lazarillo de Tormes zombie” o los “Caminantes”...Para el futuro... tengo una novela, un comienzo, ambientado en un barco, en un trasatlántico de los años treinta, donde ocurren una serie de cosas...me gusta el mundo literario porque, a diferencia de otros como el discográfico, en la literatura son los lectores los que marcan la pauta y las editoriales las que tienen que cambiar el paso.


Gracias a Lorena Gonzalvo y la gente de Yolanda Gil