EL JEFE RAONI LLORA AL PERDER EL HOGAR DE SU TRIBU POR UNA PLANTA HIDROELÉCTRICA
Era un hombre pequeño. Un hombre pequeño y casi desnudo con todos los caminos en la frente. En la memoria, un nudo sujeta la historia de los hombres antiguos y menudos como él, que se asoman al mundo por sus ojos. este hombre chiquito, casi sin ropa, recibe la noticia. Se derrumba. Y se le adhiere a la piel la savia de la selva. Tendrá que abandonar por aquellos caminos de su frente la tierra del tucán y de la flecha, y su pequeña amargura avanza por las venas amazónicas tratando de huir de las fronteras que impone una fotografía.