Magnífico libro colectivo de relatos estas “Nuevas leyendas aragonesas”. Magnífico porque no tiene el habitual defecto de esta clase de libros que suele ser su irregularidad. Defecto que puede ser responsabilidad del editor que por poner un nombre conocido en la lista no se atreve a rechazar lo que ha escrito por encargo y sin ganas; o del antólogo que por no hacer una selección con criterio acaba mezclando en el libro buenos, regulares, malos relatos y amistades. Defecto que, en algunos casos, puede ser también responsabilidad de los autores, que por culpa de su ego arrogante escriben la noche de antes cualquier cosa para salir del paso y que por el simple hecho de estar escrito por ellos ya se creen que hay que hacerles la ola.
Magnífico porque el editor ha tenido el acierto de publicar un libro unívoco, sólido y compensado que no produce desencanto sino todo lo contrario. Magnífico porque se nota que los autores han creído en el proyecto común y han puesto a su servicio el compromiso de su experiencia y su imaginación, el rigor de su trabajo y la brillantez de su escritura; han unido su empatía y su afinidad por un mismo género sin caer en la simpleza y sin renunciar cada uno a su estilo. Magnífico porque, aunque hay algunos relatos más sobresalientes que otros, los seis mantienen un nivel excelente y me ha confirmado a los que ya conocía de antes: Óscar Bribián, David Jasso y Roberto Malo, y me ha regalado la sorpresa de descubrir a tres nuevos autores: Fermín Moreno, José María Tamparillas y Juan Ángel Laguna Edroso.
Seis escritores aragoneses que han buscado un pie de apoyo en la tradición y en lo que reconocemos mirando desde la ventana de casa: un Teruel que existe, Tarazona y el Moncayo, Fuendetodos, la auténtica –y añorada- baronía de Escriche, el Maestrazgo y el Pirineo. Una fiesta y su traje de arlequín, el destierro de piedra y la lluvia amarilla; el arcón de la falsa de nuestra memoria; los museos etnológicos, las chimeneas y sus espantabrujas, y esos curiosos pozos de hielo abandonados.
Seis escritores aragoneses que han buscado un pie de apoyo en la tradición y en lo que reconocemos mirando desde la ventana de casa: un Teruel que existe, Tarazona y el Moncayo, Fuendetodos, la auténtica –y añorada- baronía de Escriche, el Maestrazgo y el Pirineo. Una fiesta y su traje de arlequín, el destierro de piedra y la lluvia amarilla; el arcón de la falsa de nuestra memoria; los museos etnológicos, las chimeneas y sus espantabrujas, y esos curiosos pozos de hielo abandonados.
Han cogido parte de nosotros y nuestras viejas leyendas y han escrito una nueva. Lo que ya sabíamos porque habíamos leído u oído contar antes trasladado ahora en el tiempo. Pueblos abandonados, viejas piedras que cobran un nuevo significado en nuestra conciencia. La guerra de nuestros abuelos, la superstición de un espejo roto, una leyenda medieval y una bestia resucitada. Los recuerdos de la infancia y la muerte, un nuevo destino en una tierra de aparecidos, brujas y endemoniados. Una tragedia atrapada en el hielo de un pozo que mantiene con vida a los muertos. Una nueva leyenda alienígena, realmente hilarante y tierna. Y una Zaragoza futurista y deshumanizada, cerca y lejos de un nuevo cipotegato, engendro aliado de las almas vendidas al diablo.
Algunos se ajustan sin más –pero con calidad- a ese género de terror, ciencia ficción y misterio sobrenatural, pero otros, envueltos en esa forma, nos hablan del miedo que producen los peores instintos del hombre cuando aparece el monstruo que llevan dentro.
“Nuevas leyendas aragonesas”. Varios autores. Mira Editores. Zaragoza, 2011.
“Nuevas leyendas aragonesas”. Varios autores. Mira Editores. Zaragoza, 2011.