Me lo dijiste una vez, y ha dado para tanto...
"no sabes amar,
sólo concibes que te quieran".
De aquel estigma en adelante
cuántos intentos arruinaron mis ganas,
cuánto amor le han ofrecido
a la mujer témpano de las cavernas.
Todavía me pregunto al evocar tu rostro
porqué tendría que creerte yo,
y, pese a todo,
porqué tú no titubeabas.
Elisa Berna Martínez