Primavera
Cine de estreno
En su favor y de una manera objetiva e incuestionable tiene el mérito de revelarme a una escritora capaz de cambiar de registro, de haber escrito una novela completamente diferente a la anterior. Y eso es mucho para empezar. Y si además la novela tiene una estructura original que consiste en la simbiosis del pasado y el presente en capítulos alternos, una impecable ambientación y un desarrollo narrativo que te lleva a vivir la investigación de unos asesinatos con una tensión mantenida y ascendente que te engancha con la necesidad de conocer al asesino y descubrirlo, seguir leyendo esperando que lo capturen y llegar a la sorpresa final que cambia todo lo que nos había hecho creer hasta entonces. El mérito de María para llevarnos en paralelo por la historia antigua y la contemporánea. La Roma del siglo XVII con sus Papas poderosos, despiadados, avariciosos y corruptos; las religiones, la filosofía y la ciencia, Copérnico, Dante y Aristóteles, el arte (ars longa, vita brevis) la escultura y la arquitectura, la ciudad eterna de aquella época y la inquisición y sus procesos; con imágenes de la tortura que resultan terribles y dolorosas. Documentación, rigor y estudio para construir una historia junto a la imaginación, habilidad y talento del novelista.
Leer teniendo otro tipo de sensaciones. De película de cine, superproducción en pantalla grande, literatura de entretenimiento que cubrirá todas las expectativas de los aficionados a este género y que se merece no pasar desapercibida por sus méritos, a la misma altura, en la misma mesa de los autores traducidos a cuarenta idiomas. Evangelios agnósticos, autos de fe, cruz ansada, libros en copto, asesinatos rituales, sectas, criptas y pasadizos secretos, reencarnaciones, crímenes múltiples sin huella, transmigración del pasado en el presente y dos policías –un hombre y una mujer- dispuestos a descubrir al culpable y algo sobre ellos mismos.
Y yo que en mi gusto subjetivo busco otros caminos dentro de lo superficial. En lo que María también me deja y por lo que me seduce. La rebelión ante la injusticia, el débil frente al poderoso, la genialidad y sus frustraciones, la inútil vanidad, la envidia y sus mecanismos, el fanatismo y su falsedad; el error y el dolor, el valor y la fidelidad; la gnosis, la búsqueda del conocimiento y el saber, hallar el sentido de la vida y de la muerte; la revelación, las respuestas que están dentro, en nosotros mismos; junto a nosotros, al alcance de nuestra mano.
María Frisa. “El Cuarto Círculo del Infierno” Onagro Ediciones. Zaragoza, 2011.
DESENLACE
Te esperaba
bajo los trazos grises del invierno
que se engarzaba prudente
al cuello de toda certidumbre.
Me cansé del frío
que disparan sobre el mármol las creencias
y salí a buscar un rastro,
la huella que perdura tras la lluvia,
un hueco de luz donde arrojar
flores y despedidas.
Me deshice del miedo
para llegar al almendro o a la acacia
y germinar desde dentro hacia la tarde.
Y entregarte el mensaje que no esperas.
Y llegar.
Llegar como llega la primavera
- umbral de todos los deseos -
a lamer la fe de los amantes,
derritiendo escarchas y silencios,
abriéndose la piel del corazón
para extirpar el invierno.
(c) Elisa Berna Martínez
Adivinanza doble
MANIPULACIÓN POLÍTICA ANTIFUMADORES
A las personas nos duele más perder libertades, y más si son por derechos adquiridos durante siglos que, por la coyuntura, tener que comernos un bocata en vez de chuletón.
En la manifestación de hosteleros del día 9 de mayo en Madrid, en contra de esta Ley Antitabaco, desfilaron desde la Cibeles a Puerta del Sol de 6.000 a 8.000 empresarios de toda España al grito de: “Ahora votamos nosotros”. Yo lo vi en persona.
La prensa dijo que éramos 1.000 (yo estuve allí sin tener bar). También que sólo de Huesca ya había 200. ¿Eso no son casi todos los bares que hay allí?
El gobierno predica que en 4 meses de esa ley antifumadores y antihostelería (que no antitabaco) se han hecho 40.000 contratos en el gremio, pero no dice que todos en hoteles por la situación africana, ni que a la vez se despidió a 53.000 camareros y se cerraron cientos de bares, y lo que te rondaré.
Sanidad encarga encuestas en centros de salud (como si no tuviesen suficiente faena) y pregunta a los enfermos si les gustaría volver a fumar en los bares. Y, claro, el 50% de esos enfermos contesta que no. ¿Qué van a decirle a su médico mientras le tosen encima?
Aun así, el otro 50% seríamos 8.000.000 de personas a los que nos obligan a fumar en la calle. ¿Por qué no hacen la encuesta en invierno en la puerta de los bares?
Sanidad analiza también a los hosteleros y dice que en Aragón el 99% respeta la ley. A la fuerza ahorcan. Entonces, si resulta que hay 300 locales (no sabía que eran tantos) que se arriesgan y permiten fumar, será porque les dolía más el cinturón que ya les ahorcaba (por cierto, sitios en los que fumadores y no, convivimos pacíficamente con mucha alegría).
¿Por qué, en vez de escudriñar, no encuestan también a los hosteleros, en particular a locales de noche o a bares que no disponen de terraza en verano?
En contra de esta ley, en abril ya había recogidas 1.100.000 firmas, que el gobierno no quiere admitir.
No es cierto que esta ley venga impuesta por una disposición europea. Menos en cuatro países, incluido España, en los 21 restantes se fuma en la hostelería. También en el Parlamento Europeo.
¿Dónde están los periodistas? ¿Ya no se analizan ni contrastan las informaciones?
Señores políticos, rectificar es de sabios. Pueden desactivar los cabreos y activar la economía. Demostrado que, los mejores clientes de hostelería éramos los fumadores.
VALTUEÑA
NOTA: El amigo Rafa Angulo nos comunica desde Dinamarca que estuvo ayer de garitos ¡y se podía fumar!
UNIVERSIDAD, HUMOR Y DESENGAÑO
Un momento de descanso. Antonio Orejudo. Tusquets Editores. 2011. 241 páginas.
Antonio Orejudo es de los pocos escritores españoles que destacan por el uso del humor como un ingrediente importante en sus novelas. Así ocurre en Un momento de descanso, libro recientemente editado con el que el autor madrileño se consagra como uno de los novelistas más interesantes de la narrativa española actual.
Un momento de descanso se inscribe dentro de las novelas llamadas de autoficción, en las que el propio autor se convierte en personaje importante del relato. En este caso puede hablarse incluso de una cierta parodia de este tipo de novelas que han proliferado recientemente en la narrativa española. Al final del libro, el mismísimo Orejudo, tras el discurso de un amigo que acaba de ser nombrado catedrático, se permite saludar a la princesa de Asturias que ha asistido a ese acto universitario.
Un momento de descanso puede considerarse también una novela de las que se ha dado en llamar de campus. Al contrario que en la literatura anglosajona, este tipo de relatos que tienen como protagonista la vida universitaria no son muy frecuentes en nuestro país. Orejudo critica con dureza la dictadura de lo políticamente correcto en la universidad estadounidense actual y muestra un panorama desolador de la universidad española donde, desde el franquismo hasta nuestros días, imperan por completo la mediocridad y los intereses espurios.
La novela está dividida en tres partes muy diferenciadas y algo inconexas entre sí. Cada una podría ser en cierto modo un relato independiente. En la primera, el protagonista es Arturo Cifuentes, un amigo del narrador con el que éste se reencuentra después de diecisiete años sin verse. Cifuentes, que ha trabajado como profesor de español en Estados Unidos, ha vuelto a España tras abandonar
En la segunda parte, delirante y disparatada por momentos, Orejudo nos cuenta que se hizo escritor a consecuencia de unos experimentos médicos a los que se sometió como conejillo de indias para conseguir dinero. Vista la experiencia del autor, tal vez la palabra realidad debería escribirse siempre en cursiva, pues, al menos en su caso, resulta complicado diferenciarla de la ficción. La tercera parte del libro se adentra en algunas cuestiones referidas a la universidad española de los últimos tiempos, con Cifuentes de nuevo como protagonista.
Detrás del humor, la hilaridad o el disparate subyacen el desengaño y la decepción, en una novela que resulta a la vez tan divertida como desencantada.
Carlos Bravo Suárez
Albada 243
RECUERDA...
(29 de mayo de 2011)
De todos sus portentosos compañeros Spider-man es con diferencia mi preferido. Quizás porque siempre ha sido el “más humano” , el primero que se cuestiona las razones de esos poderes que se le han “adherido” sin pedirlos, y de regalo junto a ellos, ese deber moral de estar siempre al servicio de los demás, en el que no valen excusas ni vacaciones, amores ni rencores; de hecho él es el único de los superhéroes que en un arranque de honestidad consigo mismo renuncia a serlo para intentar luchar en esa otra batalla: la de alcanzar la felicidad aunque sea la felicidad de un “hombre normal”.
A nuestros futuros, ilustres y satisfechos, políticos poseedores de “potestades especiales” no les he tildado antes de “super” ni de “héroes” entre otras cosas porque ellos SI que han solicitado -aunque sea vía voto de listas cerradas- el que se les concedieran los…“poderes”. Pero si hacemos caso al sabio tío de Spider-man resulta que aunque efectivamente no lo sean, a todos nos gustaría en esta aventura que lo fueran “un poco” y que hicieran por nosotros lo que es tarea obligada de cualquiera de ellos a diario: hacer el bien, cambiar lo que se pueda para mejorar “el mundo”, prevenirnos de los peligros, acabar con las injusticias y los malos, dar su castigo merecido a tiranos y opresores y ser famoso, y ser admirados, y ser aclamados… Mientras nosotros, con nuestros superpolíticos al mando, tan tranquilos y tan ricamente viviendo nuestras vidas, ocupándonos de los afanes propios y cotidianos sin tener preocupaciones ajenas de “cargos” que hacen mal su trabajo o simplemente ni lo hacen.
Intensamente
Vecinos de abajo
Los fans de Nesquens se multiplican! Y en el CP Eliseo Godoy, parece que proliferan, e incluso se reúnen para demostrar públicamente su afición a nuestro autor favorito!!
BIENVENIDOS AL CLUB DE FANS, CHIC@S!!
Desequilibrio
Y este “Desterrado de cierzo” tiene el mérito de haberlo intentado, pero le ha aguantado un asalto. En el primero, con un inicio brillante y poético, pensé que podría lograrlo, pero en el segundo asalto quedó en evidencia que no iba a conseguirlo.
Se enfrentó al mito partiendo de la misma base, vieja historia del viejo Aragón: el destierro por necesidad, rebelarse a una vida miserable y de supervivencia sin más propiedad que la libertad. La bajada del montañés al llano en busca de fortuna y pan. Y un elemento que es el mayor logro de la novela: la historia de los canteros y sus enigmáticas marcas en las piedras. Elemento nuevo que logra captar el interés y que cambia la mirada hacia esas pequeñas señales que hemos visto cientos de veces en las piedras del viejo Aragón cristiano. Enigma y esperanza. Construcción contra conquista. Mano contra espada. Cincel y mazo como única arma. Y una vieja historia familiar grabada en la piel, tatuaje y orgullo de una estirpe.
Pero en el segundo capítulo, en el episodio en el que surge el amor a primera vista se derrumbó la esperanza de victoria o al menos de empate entre campeón y aspirante. El diálogo resulta tan poco creíble y disparatado que supe que ya no lo lograría, pero decidí quedarme hasta el final para saber cómo acababa y porque, aunque derrotado, había conseguido ponerme de su parte en el primer capítulo.
Y es que en su favor tiene la emoción de esa vieja historia del destierro y la emigración, del paisaje y los hombres del viejo Aragón. Tiene la aparición de unos sabios ermitaños franciscanos, la curación y el aprendizaje, la austeridad y la inteligencia. El viaje a pie, la búsqueda, el encuentro con el gremio de los canteros y el descubrimiento de una misión que se vuelve un imposible. El escenario de las tres culturas: cristiana, mudéjar y judía y su convivencia. La ilusión de un deseo del siglo XXI llevada al siglo XIII. La lucha contra el señor feudal y sus privilegios, la victoria con la ayuda de los enemigos, los marginados convecinos convertidos en aliados y amigos; el castillo de Monzón y sus templarios, la corte y sus conspiraciones, y un rey Jaime que se convierte en protector y salvador. Novela de aventuras y caminos, montañas y llanos, castillos y monasterios, nobles y villanos, humanidad, justicia, amistad, emociones, dudas, obstinación, romanticismo, misterio, lealtad a la familia y al amor con final feliz. Y un epílogo donde el pasado se hace presente y el tiempo y sus marcas se transforman y permanecen.
Pero una idea brillante, las emociones y la buena intención no bastan para escribir una novela. Porque “Desterrado de cierzo” no es sólo enfrentarse al mito usando alguna de sus armas sino enfrentarse a si mismo. Ya no es sólo perder en la comparación sino dejar en evidencia sus propias limitaciones, sus lagunas, sus fallos, sus errores. Caer derrotada por si misma.
Construir la estructura, el armazón, la cimentación con buenos elementos pero revestir el interior y el exterior con materiales que se convierten en barro con la primera lluvia. La literatura es todo, no es sólo una parte.
Como esos modernos mercadillos medievales que se hacen ahora, reproducciones a escala real para turistas, fiestas de disfraces, teatros a pie de calle en los que se ve, confundiéndose al mismo tiempo, la caracterización con el modernismo.
Porque en la Edad Media, Lérida era Leyda y no Lleida, porque algunos diálogos no los harían creíbles ni los mejores actores, porque no se pueden meter palabras entrecomilladas en un diálogo, porque no se pueden poner como encabezamiento de los capítulos citas de autores contemporáneos –Lorca, Aleixandre, Machado y Neruda- en una narración que transcurre en el siglo XIII, ni hablar farfullando con la efe, ni meter al narrador en la historia con un chiste fuera de sitio del escritor, ni convertir a los personajes en caricaturas.
No se puede escribir una novela esperando que la emoción, el misterio, la poesía, el sentimiento, el amor y la aventura compensen el desequilibrio entre las dos partes, equilibren el otro plato vacío de la balanza.
Luis Antonio Puente. “Desterrado de cierzo” Mira Editores. Zaragoza, 2010.
CONOCIENDO AL ENEMIGO
Excepto el capítulo inicial, El caso Kurílov está contada en primera persona por León M., un militante comunista, ahora enfermo y próximo a la muerte, al que el partido encargó en 1903 el asesinato de Kurílov, uno de los ministros más impopulares del gobierno del zar Nicolás II. León M., que fue educado desde niño en los más estrictos principios comunistas, tiene una fe ciega en el partido al que entrega sus creencias y su vida de la manera más acrítica y fanática. Para cumplir la misión que sus superiores le han encargado, se infiltra en los círculos del ministro, de quien acaba siendo médico y persona de confianza. Esto le permite conocer de cerca a su enemigo y darse cuenta de que no es un monstruo como él creía, sino una persona con sus miserias y sus grandezas, sus defectos y sus virtudes, como cualquier otro ser humano.
La novela tiene una gran profundidad psicológica, sobre todo en el retrato íntimo del personaje Kurílov, un hombre esclavo del poder y de las intrigas y camarillas de la corte zarista. De fondo se dibuja una sociedad enfrentada y tremendamente dividida, con dos fanatismos opuestos y en cierto modo simétricos: el de los defensores del caduco régimen del zar y el de los revolucionarios adoctrinados en el dogma y en la consecución de sus objetivos a cualquier precio. Tremendo resulta el personaje de la revolucionaria Fanny, una mujer impregnada de odio y fanatismo, que deshumaniza al adversario para poder eliminarlo físicamente sin ningún remordimiento.
Justamente lo que vive el narrador de la novela es un progresivo, aunque al final inacabado, proceso de humanización que afecta tanto a su propio interior como a la percepción del individuo al que le han encargado asesinar.
Carlos Bravo Suárez
Voces de fondo
Se ha publicado el número 8 de la revista Cabiria, con artículos de Gonzalo Montón sobre las drogas en el cine, Juan Villalba Sebastián sobre la actriz, guionista y productora Natividad Zaro, Francisco Javier Millán sobre la obra de Alejandro González Iñárritu, amén de un artículo mío, Voces de fondo, sobre mi experiencia como redactor de voz en off en algún que otro documental.
Ferias del libro
Equilicuá
Y aparece la verdad; la necesidad de la verdad: “Quien no se quiere a si mismo es incapaz de amar a los demás. Y la prueba para saber si uno se quiere o no es mirarse al espejo sin avergonzarse de lo que ve, porque nuestro reflejo no es más que la imagen del amor propio”. Equilicuá. Esa es la respuesta. Esa es nuestra única obligación. Ser sinceros con nosotros mismos. Mirarse en el espejo y decir la verdad de lo que vemos. Si eres tú o es otro que se hace pasar por ti. Si vives tu vida o vives la de otro. Mirarse en el espejo y ser capaces de aguantar nuestro reflejo sin romperlo en mil pedazos. Vernos y soportar la verdad.
Joaquín Bergés. “Vive como puedas”. Tusquets Editores. Barcelona, 2011.
Pizpiriquoi?
Hagan click en la imagen para ampliar y saber en qué bosque va a esconderse Nesquens del 2 al 5 de junio. Si quieren más detalles, también pueden visitar el blog de Pizpirigaña, ni que sea por lo gracioso del nombre. Además, así podrán también ver lo bien acompañado que va a estar durante estos días...
El cartel no es de Nesquens (ya querría...) sino de Elisa Arguilé. A ti también te queremos, Elisa!!
Posibilidades de un folleto
Para mañana
Albada 242
(22 de mayo de 2011)
T. se ha pasado toda la noche soñando con hormigas. Ahora, todavía tumbado sobre la cama, puede recordar sin dificultad hasta el más mínimo detalle del insecto (potentes mandíbulas, garras ganchudas, ojos compuestos).
Está perplejo, o incluso puede que aún esté casi dormido. Confusamente piensa T. que su sueño no es el sueño de un adulto; sin duda está fuera de lugar, porque si todo fuera como debiera, un hombre nunca soñaría con hormigas, sólo los artistas y los niños lo hacen. Él hace años que ya las ha olvidado. A T. hace cientos de generaciones de hormigas que ya le han olvidado.
Ellas (las hormigas) y ellos (los niños) comparten universo, pertenecen a una misma realidad diminuta y lejana. Unos y otras habitan una distante y apartada existencia que los mayores, inmersos en su propia crisálida, ignoran. Ellos, los pequeños humanos, se pasan horas mirándolas fascinados. Agachados o en cuclillas, casi al mismo nivel la cara del hormiguero, las ven ir y venir, afanosas, aplicadas. Ellas, himenópteros de negro charol, arrastran de un lado a otro pesos increíbles, se entregan a encarnizadas batallas fraticidas, corren enloquecidas hasta adentrarse en el primer agujero que se topan.
Esos mismos niños, cuando se cansan de observarlas, aburridos las empujan con palitos, las atrapan en vasos de cristal, las inundan, las aplastan a pisotones. Esas mismas hormigas, cuando la noche envuelve con su aire tibio el jardín, avanzan en fila india hasta la ventana abierta, y suben con fiereza a las camas de las pesadillas de los niños, a los que potentes mandíbulas les hacen gritar despavoridos.
T. se despereza, los sueños se han quedado en la cama bajo las sábanas revueltas. Mientras se ducha piensa que es una suerte que a medida que crecemos nos olvidemos de jugar con las hormigas.
Tierra y vida
Preferimos oír hablar de vidas ajenas antes que mirar debajo de nuestra cama y nuestra alfombra. Somos plañideros, protestones, demagogos en lugar de observadores. Preferimos los fuegos de artificio a nuestro reflejo. Cambiamos pasatiempos por vida. Palabras complicadas para olvidarnos de lo esencial, de lo sencillo, lo elemental; de lo que realmente importa. Rechazamos lo simple para quedarnos con lo que brilla. Aunque sea falso, aunque destiña, aunque sea perecedero y pasajero.
Y entonces llega Susana para dejarnos algo de lucidez en este delirio. En esta queja y en este absurdo en el que se han convertido nuestra vida y nuestra mirada.
Aparece Susana y sus palabras sencillas para hablarnos de tierra y vida.
Tierra en la que vive, que pisan sus pies, que ama y en la que detiene su mirada. Vivir las Cinco Villas/beber la vida/tierra viva.
Palabras, versos, poemas de Susana que hablan de lugares y gentes. Del río Arba y la vida que deja el agua. Del amor a una tierra, suave brisa/fuerte cierzo/claro cielo/niebla intensa.
De su dolor por ver que se ha quedado en medio de la nada. Piedras que vieron el ayer y esperan el mañana, el futuro. Del vacío de la emigración, destino sin retorno de muchos, hijos que no regresarán. De los colonos, los que llegaron con el agua y van muriendo. Del horror de los incendios que calcinan sus montes en noches de junio rojizas.
Poemas de una tierra que es así: la luz encendida/la puerta abierta/la llama en el hogar/la leña cercana/y el pan y el vino/sobre la mesa.
Poemas de vida que nos traen la parte personal. Poemas de recuerdo y homenaje a Miguel Hernández, Becquer y Dulce Chacón, a los hombres y mujeres que se llevó la guerra, de las huellas de su muerte.
Poemas para dedicarle a una hija, para hablar de amor y edad, fechas de ayer y futuro creado día a día. Poemas para vivir inventando la vida, sabiendo gastarla.
Poemas para hablar de amistad, del maltrato cobarde a las mujeres, del desamor, de niños que pasan hambre con moscas en sus ojos, de guerras modernas que traen lo mismo que las viejas, de vidas rotas en trenes de Atocha.
Poemas para hablar de suerte en la vida, lotería que nunca toca; de un regreso a Soria, y de versos dedicados a ella, de los que siempre forma parte.
Poemas de Susana por los que lentamente ha ido pasando la vida, sus destellos y su dolor. Que son lenguaje de otoño y primavera/ teatro de los sentimientos/canto de vida y muerte/ lágrimas de alegría y desesperación. Palabras y versos para hablar de tierra y vida porque si al poeta le faltan las palabras el verdugo aprovecha la ocasión.
Palabras de Susana que son, como en la cita final de Nikolai Karamzin, un retrato de su espíritu y su corazón.
Susana Hernández Sánchez. “Vivir las Cinco Villas”. Foro de mujeres progresistas de Ejea. Ejea, Zaragoza, 2007.
Experimento II
Hacia la luz
partieron las palabras.
Prendió el invierno.
*
El fuego gris
al filo de tus ojos,
horas iluminadas.
(c) Elisa Berna Martínez
Experimentando
Noche infinita,
cabalga con el mar
a sus espaldas.
*
Lenguaje antiguo,
en los labios extraños
de los amantes.
(c)Elisa Berna Martínez
Dos poemas de Elisa Berna
A los pies de mi cama
llora la calle de rodillas su rezo extraño.
Y no está lloviendo.
Pero parecen deslucidos los colores,
y más quedo el quejido de los gitanos,
y bajan autobuses como siempre,
con la furia de siempre,
con los mismos de siempre dentro
pero más tristes.
Así es este domingo silente
que encubre el último deseo de los borrachos
de vuelta a casa igual de grises.
Igual de solos.
Amanezco en mi cama del mismo lado
y postrado, cada personaje de la película
entona diferente su plegaria.
Con su dolor diferente rezumando.
Con sus diferentes sueños fracasados.
Todos encogidos, en el mismo barrio
en este domingo de abrazo silente.
Constitución
Yo soy breve hija de un libro
que no supo del antes y adolece
crónica ignorancia.
Olvido agudo.
Yo soy una frontera desde entonces,
un borde peligroso con dos filos.
A un lado acudían las quimeras.
Al otro, aglutinados,
rancios episodios vergonzantes
negaban por tres veces el pasado.
Poemas de Elisa Berna
http://www.1balcon.blogspot.com/
Fotografía de Emilio Molins
http://www.flickr.com/photos/7725708@N02/
el doctor forges y su clarividencia; el de la corbatilla puede ser "cualquiera", ponle nombre y acertarás (pero no te olvides de Haití).
UNA RUTA ROMÁNICA POR EL VALLE DE BARDAJÍ
De este bonito recorrido, que se puede hacer andando en alrededor de siete horas, quiero referirme aquí al tramo que va desde Biescas de Bardají hasta Esterún, pasando por las localidades de Aguascaldas y Llert. Estas cuatro poblaciones, junto a la aldea de Santa Maura (Santa Muera en el habla de la zona), constituyen el municipio denominado Valle de Bardají. Sus cuatro iglesias parroquiales se inscriben, en mayor o menor medida, dentro del estilo románico. A estas iglesias y a algunas características del sendero que las comunica voy a dedicar las siguientes líneas.
Empezamos nuestro recorrido en Biescas de Bardají, una pequeña población situada a unos cuatro kilómetros de Campo. La iglesia parroquial de San Saturnino se encuentra a las afueras del pueblo, en su lado oeste, muy cerca de la casa Nadal. Restaurada hace unos años, tiene como rasgo más destacado su ábside con arquillos ciegos y lesenas, perteneciente a un románico lombardo de tipo popular. En la fachada meridional se abre la actual puerta de entrada, que parece más moderna. También orientada al sur se levanta una espadaña de doble ojo, uno de los cuales conserva su campana. A la nave rectangular, cuya bóveda es de piedra tosca o toba, se le añadieron con posterioridad dos capillas laterales asimétricas. El interior del templo luce espléndido con la piedra desnuda y alberga una bonita pila bautismal de las denominadas gallonadas por la forma externa de su decoración.
A unos doscientos metros de la iglesia y de la citada casa Nadal, se encuentra el caserío principal de Biescas. En lo más alto destaca la casa Tozalet y un poco más al norte se halla la casa Botiguero. El PR-HU50 procedente de Campo pasa junto a la casa Cosculluela, en la que se abre un largo pasadizo abovedado, y continúa hacia el este en dirección a Aguascaldas.
El camino entre Biescas y Aguascaldas es una insulsa pista de poco más de dos kilómetros que se recorren andando en apenas media hora. A mitad del recorrido veremos a nuestra izquierda la pequeña ermita de San José. De escaso interés arquitectónico, es una construcción popular que parece haber sido arreglada recientemente.
La pequeña población de Aguascaldas tiene en su parte alta una plaza abierta con el remozado edificio de la antigua escuela convertida hoy en ayuntamiento. Desde allí parte un camino que en apenas un cuarto de hora nos lleva a la fuente pública del lugar. Si seguimos el PR-HU50, bajamos por una calle hasta la iglesia parroquial. Se trata de un templo de origen románico muy modificado y desprovisto de su ábside semicircular. La puerta de entrada se orienta al sur y lleva fecha de 1712. Destaca la alta torre de tres cuerpos que se levanta casi en el centro de la construcción.
Fuera de nuestro camino, en un cerro divisable desde el pueblo y algo alejado de éste en dirección al sur, se encuentran los restos de la ermita de San Saturnino, a veces denominada de San Salvador. Conserva en pie, tal vez no por mucho tiempo, su ábside de arcos ciegos y lesenas, en la tradición del románico lombardo que acabamos de ver en su homónima y mucho más afortunada iglesia de Biescas.
Volviendo a nuestro PR-HU50, el recorrido entre Aguascaldas y Llert está bastante descuidado en algunos tramos, sobre todo a la salida del primero en dirección al barranco homónimo que se atraviesa sin dificultad. Tras cruzarlo, salimos a una pista que deja a su izquierda y a escasos metros lo que queda de la ermita de San Jorge. De ella fueron despojadas las dovelas de su puerta y las losas de la cubierta, quedando hoy como única techumbre las piedras toscas que conforman su bóveda. En su interior permanece como recuerdo una vieja máquina segadora.
Siguiendo con atención las marcas blanquigualdas, bajaremos hasta la carretera que lleva a Llert. La abandonaremos poco después para tomar un sendero que enseguida gana altura por su izquierda. En pocos minutos pasaremos frente a las famosas fuentes de Llert o de San Pedro, que quedan en la otra orilla del barranco de las Ziallas. Junto a estas fuentes, cuyas apreciadas aguas bajan desde lo alto del Turbón, realizaban antiguamente sus conzellos los habitantes de
Siempre atentos a las marcas, y tras cruzar varias veces el barranco de las Ziallas por donde transita el sendero, éste nos lleva hasta la localidad de Llert, a la que ascendemos por un camino algo borrado pero sin pérdida posible. Entre Aguascaldas y Llert habremos invertido aproximadamente una hora de camino.
Entraremos en Llert por una plazuela donde se hallan las casas Arnal -con un bonito escudo-, Chuanalins, Marcantoni y Gabás. Por la derecha ascenderemos hasta la magnífica iglesia parroquial del lugar. De estilo románico y recientemente restaurada, es de planta rectangular con ábside semicircular y dos naves laterales. Sorprende mucho su interior, que alberga, además de un cuadro sobre el bautismo de Cristo y una pila bautismal gallonada, un magnífico coro de madera labrada. En dos piedras de su pared septentrional hay algunas inscripciones de difícil interpretación. Aquí se guardó también durante años una talla en madera de San Adrián, fechada en el siglo XIV, que procedía de la ermita homónima también románica situada cerca de la cima del Turbón, de la que sólo quedan algunos restos de sus cimientos. La talla fue trasladada hace un tiempo para mayor seguridad al museo diocesano de Barbastro. De la iglesia de Llert destaca también su elevada torre de tres cuerpos. Añadida en el siglo XVI, proporciona a la población una bonita silueta que contemplaremos desde el sendero que nos lleva a Esterún.
Para tomar este camino, saldremos de Llert en dirección al norte y poco antes de llegar a la casa Plana, giraremos a nuestra derecha. Siguiendo las marcas, en aproximadamente media hora llegaremos a Esterún. Es esta una pequeña localidad de tres casas. Sólo una de ellas -casa Pedro- se encuentra habitada por el único vecino que resiste en el lugar. Las otras dos -casa Chuansala y casa Mariñosa- están abandonadas y en ruinas. Aún se mantiene en pie la iglesia parroquial de la aldea, también románica aunque con algunos añadidos posteriores. Tiene dos capillas laterales y los restos de un pequeño coro de madera ya prácticamente caído. La puerta de acceso está orientada al sur y en su lado de poniente, frente al ábside semicircular aún bien conservado, se levanta una espadaña de doble ojo.
Desde Esterún, un bello camino entre el bosque nos llevaría en una hora al pequeño refugio de
Carlos Bravo Suárez
(Artículo publicado en Diario del Alto Aragón)
Imágenes: Iglesia de Biescas de Bardají -una foto del exterior y otra del interior-, Aguascaldas -dos fotos del exterior-, Llert -dos fotos del exterior y dos del interior- y Esterún - dos fotos del exterior.