Primavera



Geórgicas, II, 315-345


No hay autor tan ducho que a mover te anime
cuando sopla el Bóreas la tierra endurecida.
El invierno entonces cierra los campos de hielo
y habiendo echado la simiente impide
que las prietas raíces se agarren a la tierra.
Lo mejor es plantar vid cuando a la primavera
le salen los colores, y cándida regresa
el ave que las largas culebras aborrecen,
o bien en el otoño, con los primeros fríos,
cuando impetuoso el Sol con sus caballos
la región no alcanza del invierno aún,
mas ya pasó el verano. Cuánto beneficio
a la fronda del bosque trae la primavera.
Cuando es primavera el terreno se hincha
y demanda semillas productivas, y el Éter,
el Padre Omnipotente, vuelto lluvia fecunda,
penetra en el seno de la feliz esposa,
y uniéndose grandioso con el grandioso cuerpo
nutre los frutos todos. Resuena la espesura
de pájaros cantores, y en días señalados
de Venus el consuelo imploran los rebaños.
La tierra nutritiva está dando a luz,
el campo a los aires calientes del Zéfiro
abre su corazón; todo está rebosante
de tibia humedad y seguras las plantas
se entregan a soles nuevos, y no da miedo
al pámpano el embate de los Austros, la lluvia
que trajeron del cielo violentos Aquilones:
antes abre las yemas y las hojas despliega.
No imagino distintos los días que alumbraron
los primeros albores en la infancia del mundo
ni que curso distinto siguiesen: fue aquello
primavera que el mundo entero disfrutaba,
acallaban los Euros sus vientos invernales,
entonces los cachorros bebieron de la luz
y sacó la cabeza entre los campos duros
la estirpe terrena de los hombres, y fueron
las fieras a la selva y al cielo las estrellas.
No habrían podido tan recientes criaturas
dar fin a este trabajo de no haber tal sosiego
entre el calor y el frío, si la bondad del cielo
no hubiese acogido a la faz de la tierra.

Cine de estreno

Que María Frisa es una extraordinaria novelista ya lo sabía. Y este “El Cuarto Círculo del Infierno” me lo ha confirmado plenamente. Y en su favor tiene la conclusión de un análisis objetivo: su impecable factura. Y en su contra la percepción subjetiva, los gustos personales de cada uno, y en este caso los míos, que no pasan habitualmente por las novelas de intriga policiaca y mucho menos por las que mezclan Iglesia Católica, esoterismo, sectas secretas, asesinatos, pasado y religión. ¿Secuela oportunista a la sombra del éxito millonario, moda, reto necesario, exigencia del mercado? No sé si esta novela de María es original o una copia buena o mala porque no he leído (ni pienso) otras novelas de este tipo, por lo que este círculo del infierno supone mi estreno en este género y la pérdida de mi inocencia. Y tal vez el descubrimiento de mi ignorancia o de mis limitaciones.
En su favor y de una manera objetiva e incuestionable tiene el mérito de revelarme a una escritora capaz de cambiar de registro, de haber escrito una novela completamente diferente a la anterior. Y eso es mucho para empezar. Y si además la novela tiene una estructura original que consiste en la simbiosis del pasado y el presente en capítulos alternos, una impecable ambientación y un desarrollo narrativo que te lleva a vivir la investigación de unos asesinatos con una tensión mantenida y ascendente que te engancha con la necesidad de conocer al asesino y descubrirlo, seguir leyendo esperando que lo capturen y llegar a la sorpresa final que cambia todo lo que nos había hecho creer hasta entonces. El mérito de María para llevarnos en paralelo por la historia antigua y la contemporánea. La Roma del siglo XVII con sus Papas poderosos, despiadados, avariciosos y corruptos; las religiones, la filosofía y la ciencia, Copérnico, Dante y Aristóteles, el arte (ars longa, vita brevis) la escultura y la arquitectura, la ciudad eterna de aquella época y la inquisición y sus procesos; con imágenes de la tortura que resultan terribles y dolorosas. Documentación, rigor y estudio para construir una historia junto a la imaginación, habilidad y talento del novelista.
Leer teniendo otro tipo de sensaciones. De película de cine, superproducción en pantalla grande, literatura de entretenimiento que cubrirá todas las expectativas de los aficionados a este género y que se merece no pasar desapercibida por sus méritos, a la misma altura, en la misma mesa de los autores traducidos a cuarenta idiomas. Evangelios agnósticos, autos de fe, cruz ansada, libros en copto, asesinatos rituales, sectas, criptas y pasadizos secretos, reencarnaciones, crímenes múltiples sin huella, transmigración del pasado en el presente y dos policías –un hombre y una mujer- dispuestos a descubrir al culpable y algo sobre ellos mismos.
Y yo que en mi gusto subjetivo busco otros caminos dentro de lo superficial. En lo que María también me deja y por lo que me seduce. La rebelión ante la injusticia, el débil frente al poderoso, la genialidad y sus frustraciones, la inútil vanidad, la envidia y sus mecanismos, el fanatismo y su falsedad; el error y el dolor, el valor y la fidelidad; la gnosis, la búsqueda del conocimiento y el saber, hallar el sentido de la vida y de la muerte; la revelación, las respuestas que están dentro, en nosotros mismos; junto a nosotros, al alcance de nuestra mano.

María Frisa. “El Cuarto Círculo del Infierno” Onagro Ediciones. Zaragoza, 2011.

DESENLACE

Abrazo (Amantes II) (1917)
Autor: Egon Schiele ...

Te esperaba
bajo los trazos grises del invierno
que se engarzaba prudente
al cuello de toda certidumbre.

Me cansé del frío
que disparan sobre el mármol las creencias
y salí a buscar un rastro,
la huella que perdura tras la lluvia,
un hueco de luz donde arrojar
flores y despedidas.

Me deshice del miedo
para llegar al almendro o a la acacia
y germinar desde dentro hacia la tarde.
Y entregarte el mensaje que no esperas.
Y llegar.

Llegar como llega la primavera
- umbral de todos los deseos -
a lamer la fe de los amantes,
derritiendo escarchas y silencios,
abriéndose la piel del corazón
para extirpar el invierno.






(c) Elisa Berna Martínez

se desvía
número cuarenta y cinco
(viñeta de V de Vendetta, dibujo de David Lloyd y guión de Alan Moore)

Adivinanza doble


Adivinanza 1: ¿de quién es el retrato?
Adivinanza 2: ¿quién es su autora?





***
[Respuesta 1: si no lo sabes, no eres digno de ser miembro del club secreto de DN]
[Respuesta 2: Noemí Villamuza... ¡Gracias por dejarnos "colgar" tu dibujo aquí! :-)]

MANIPULACIÓN POLÍTICA ANTIFUMADORES


1.500.000 votantes del PSOE cabreados han dado su voto a otros partidos, al voto en blanco o al nulo. ¿Alguien del gobierno ha hecho cálculos sobre cuántos de estos cabreados serán fumadores u hosteleros?

A las personas nos duele más perder libertades, y más si son por derechos adquiridos durante siglos que, por la coyuntura, tener que comernos un bocata en vez de chuletón.

En la manifestación de hosteleros del día 9 de mayo en Madrid, en contra de esta Ley Antitabaco, desfilaron desde la Cibeles a Puerta del Sol de 6.000 a 8.000 empresarios de toda España al grito de: “Ahora votamos nosotros”. Yo lo vi en persona.

La prensa dijo que éramos 1.000 (yo estuve allí sin tener bar). También que sólo de Huesca ya había 200. ¿Eso no son casi todos los bares que hay allí?

El gobierno predica que en 4 meses de esa ley antifumadores y antihostelería (que no antitabaco) se han hecho 40.000 contratos en el gremio, pero no dice que todos en hoteles por la situación africana, ni que a la vez se despidió a 53.000 camareros y se cerraron cientos de bares, y lo que te rondaré.

Sanidad encarga encuestas en centros de salud (como si no tuviesen suficiente faena) y pregunta a los enfermos si les gustaría volver a fumar en los bares. Y, claro, el 50% de esos enfermos contesta que no. ¿Qué van a decirle a su médico mientras le tosen encima?

Aun así, el otro 50% seríamos 8.000.000 de personas a los que nos obligan a fumar en la calle. ¿Por qué no hacen la encuesta en invierno en la puerta de los bares?

Sanidad analiza también a los hosteleros y dice que en Aragón el 99% respeta la ley. A la fuerza ahorcan. Entonces, si resulta que hay 300 locales (no sabía que eran tantos) que se arriesgan y permiten fumar, será porque les dolía más el cinturón que ya les ahorcaba (por cierto, sitios en los que fumadores y no, convivimos pacíficamente con mucha alegría).

¿Por qué, en vez de escudriñar, no encuestan también a los hosteleros, en particular a locales de noche o a bares que no disponen de terraza en verano?

En contra de esta ley, en abril ya había recogidas 1.100.000 firmas, que el gobierno no quiere admitir.

No es cierto que esta ley venga impuesta por una disposición europea. Menos en cuatro países, incluido España, en los 21 restantes se fuma en la hostelería. También en el Parlamento Europeo.

¿Dónde están los periodistas? ¿Ya no se analizan ni contrastan las informaciones?

Señores políticos, rectificar es de sabios. Pueden desactivar los cabreos y activar la economía. Demostrado que, los mejores clientes de hostelería éramos los fumadores.

VALTUEÑA

NOTA: El amigo Rafa Angulo nos comunica desde Dinamarca que estuvo ayer de garitos ¡y se podía fumar!

Ha muerto Gil Scott-Heron. La revolución no será televisada dijo este poeta de nuestro tiempo allá por 1971, después de la muerte de John Coltrane. La revolución empieza dentro de ti que estás leyendo. La revolución de uno en uno. La revolución que armoniza diferencias, autonomías. Este es el último video que hizo, emocionante como siempre.

UNIVERSIDAD, HUMOR Y DESENGAÑO


Un momento de descanso. Antonio Orejudo. Tusquets Editores. 2011. 241 páginas.

Antonio Orejudo es de los pocos escritores españoles que destacan por el uso del humor como un ingrediente importante en sus novelas. Así ocurre en Un momento de descanso, libro recientemente editado con el que el autor madrileño se consagra como uno de los novelistas más interesantes de la narrativa española actual.

Un momento de descanso se inscribe dentro de las novelas llamadas de autoficción, en las que el propio autor se convierte en personaje importante del relato. En este caso puede hablarse incluso de una cierta parodia de este tipo de novelas que han proliferado recientemente en la narrativa española. Al final del libro, el mismísimo Orejudo, tras el discurso de un amigo que acaba de ser nombrado catedrático, se permite saludar a la princesa de Asturias que ha asistido a ese acto universitario.

Un momento de descanso puede considerarse también una novela de las que se ha dado en llamar de campus. Al contrario que en la literatura anglosajona, este tipo de relatos que tienen como protagonista la vida universitaria no son muy frecuentes en nuestro país. Orejudo critica con dureza la dictadura de lo políticamente correcto en la universidad estadounidense actual y muestra un panorama desolador de la universidad española donde, desde el franquismo hasta nuestros días, imperan por completo la mediocridad y los intereses espurios.

La novela está dividida en tres partes muy diferenciadas y algo inconexas entre sí. Cada una podría ser en cierto modo un relato independiente. En la primera, el protagonista es Arturo Cifuentes, un amigo del narrador con el que éste se reencuentra después de diecisiete años sin verse. Cifuentes, que ha trabajado como profesor de español en Estados Unidos, ha vuelto a España tras abandonar la Universidad de Missouri, donde una alumna negra le acusó falsamente de racismo para intentar así aprobar su asignatura. En algún momento del relato se dice que, además del poder negro ya en cierto declive, los lobbies feminista y homosexual gozan de un enorme poder en una sociedad que padece una dictadura de lo políticamente correcto, de la cual algunos se aprovechan en beneficio propio.

En la segunda parte, delirante y disparatada por momentos, Orejudo nos cuenta que se hizo escritor a consecuencia de unos experimentos médicos a los que se sometió como conejillo de indias para conseguir dinero. Vista la experiencia del autor, tal vez la palabra realidad debería escribirse siempre en cursiva, pues, al menos en su caso, resulta complicado diferenciarla de la ficción. La tercera parte del libro se adentra en algunas cuestiones referidas a la universidad española de los últimos tiempos, con Cifuentes de nuevo como protagonista.

Detrás del humor, la hilaridad o el disparate subyacen el desengaño y la decepción, en una novela que resulta a la vez tan divertida como desencantada.

Carlos Bravo Suárez

el superpoder de la voluntad no tiene edad
(Barcelona, 27 de mayo de 2011, un fotógrafo -no sé de quién es la imagen, lo siento- retrata a una peligrosa activista antisistema haciendo frente a los protectores oficiales de los pobres ciudadanos que confunden democracia real y ficción democrática)

Albada 243



RECUERDA...
(29 de mayo de 2011)

...que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, recuerda. El tío Ben le repite al tímido Peter Parker ese recuerda y tiempo después el héroe tomará esta consigna como emblema de su vida. Esa es mi virtud y mi perdición, añade él a la frase, consciente de la renuncia y el sacrificio que supone aceptarla.
De todos sus portentosos compañeros Spider-man es con diferencia mi preferido. Quizás porque siempre ha sido el “más humano” , el primero que se cuestiona las razones de esos poderes que se le han “adherido” sin pedirlos, y de regalo junto a ellos, ese deber moral de estar siempre al servicio de los demás, en el que no valen excusas ni vacaciones, amores ni rencores; de hecho él es el único de los superhéroes que en un arranque de honestidad consigo mismo renuncia a serlo para intentar luchar en esa otra batalla: la de alcanzar la felicidad aunque sea la felicidad de un “hombre normal”.

Tras las elecciones estamos asistiendo, como cada cuatro años, al nacimiento de un considerable número de “poderosos” (aunque de momento, y durante algunos días, casi todo sean suposiciones sobre quien dejará de tener “facultades especiales” y pasará a ser uno más, o sobre quien será el afortunado de ser morador de ese pequeño Olimpo plagado de “cargos”).

Ahora bien, siguiendo con el símil del hombre-araña, si a los nuevos inquilinos del “monte de los dioses” les diera por pensar y actuar tan consecuentemente como al bueno de Spider-man, quizás se verían atrapados por un considerable número de inquietudes morales; a lo mejor ni dormirían toda la noche de un tirón al concluir que ese “mayor poder” no está destinado para su provecho sino exclusivamente para favorecer a través de ellos a la mayoría; porque para los elegidos precisamente lo que va a significar es sólo mayor deber, mayor esfuerzo o, visto desde el lado positivo, mayor satisfacción personal por cumplir con su obligación… tal vez entonces pudiera ocurrir que algunos se dieran cuenta de que la “bicoca” no es tal “chollo” y dudaran un tiempo antes de decidirse a aceptar el “puesto”(¿me paso de ingenua?).
A nuestros futuros, ilustres y satisfechos, políticos poseedores de “potestades especiales” no les he tildado antes de “super” ni de “héroes” entre otras cosas porque ellos SI que han solicitado -aunque sea vía voto de listas cerradas- el que se les concedieran los…“poderes”. Pero si hacemos caso al sabio tío de Spider-man resulta que aunque efectivamente no lo sean, a todos nos gustaría en esta aventura que lo fueran “un poco” y que hicieran por nosotros lo que es tarea obligada de cualquiera de ellos a diario: hacer el bien, cambiar lo que se pueda para mejorar “el mundo”, prevenirnos de los peligros, acabar con las injusticias y los malos, dar su castigo merecido a tiranos y opresores y ser famoso, y ser admirados, y ser aclamados… Mientras nosotros, con nuestros superpolíticos al mando, tan tranquilos y tan ricamente viviendo nuestras vidas, ocupándonos de los afanes propios y cotidianos sin tener preocupaciones ajenas de “cargos” que hacen mal su trabajo o simplemente ni lo hacen.

He comenzado esta albada con una frase de un personaje de cómic y acabo de escribir el final feliz que podría ser el de cualquier otra historieta. Dicen que un cómic representa valores de la vida real elevados al superlativo. Pero no hablemos más de “super” , no queremos obligar a nadie a aceptar el papel de “héroe”: lo cierto es que en la vida real “bastaría” simplemente con hombres y mujeres que fueran buena gente, gente honrada y preparada en la que se pueda confiar, personas que procurasen con inteligencia y sentido común conseguir lo mejor para todos, que su prioridad fueran los demás y no los intereses propios.

No sé si es pedir demasiado, no se si esa reflexión del inicio sobre la obligación de ser Más-Responsable consecuentemente con el grado del Mayor-Poder que se tenga la considerará seriamente alguno de nuestros políticos. Me gustaría pensar que si. Me alegraría además, sobre todo y especialmente, por los chicos y chicas del Movimiento15-M, y también por qué no decirlo, más particularmente o egoístamente si quieren, por lo que nos toca a nuestra ciudad y a nuestra provincia.

Intensamente


Imagen tomada de la red



Muchas veces me he sentido
asistente accidental
de la vida, como si ésta
fuera de otros, nunca mía.


Pero también he vivido
varios momentos de luz.
Valen por toda la sombra.


(c)Elisa Berna Martínez

Vecinos de abajo


Los fans de Nesquens se multiplican! Y en el CP Eliseo Godoy, parece que proliferan, e incluso se reúnen para demostrar públicamente su afición a nuestro autor favorito!!

BIENVENIDOS AL CLUB DE FANS, CHIC@S!!

Desequilibrio

Enfrentarse al peso pesado, al mito de “La escarcha sobre los hombros” es una temeridad, pero alguien debe aspirar a arrebatarle el título, o al menos intentar quedar empatados a puntos, combate nulo, tablas en una partida de ajedrez.
Y este “Desterrado de cierzo” tiene el mérito de haberlo intentado, pero le ha aguantado un asalto. En el primero, con un inicio brillante y poético, pensé que podría lograrlo, pero en el segundo asalto quedó en evidencia que no iba a conseguirlo.
Se enfrentó al mito partiendo de la misma base, vieja historia del viejo Aragón: el destierro por necesidad, rebelarse a una vida miserable y de supervivencia sin más propiedad que la libertad. La bajada del montañés al llano en busca de fortuna y pan. Y un elemento que es el mayor logro de la novela: la historia de los canteros y sus enigmáticas marcas en las piedras. Elemento nuevo que logra captar el interés y que cambia la mirada hacia esas pequeñas señales que hemos visto cientos de veces en las piedras del viejo Aragón cristiano. Enigma y esperanza. Construcción contra conquista. Mano contra espada. Cincel y mazo como única arma. Y una vieja historia familiar grabada en la piel, tatuaje y orgullo de una estirpe.
Pero en el segundo capítulo, en el episodio en el que surge el amor a primera vista se derrumbó la esperanza de victoria o al menos de empate entre campeón y aspirante. El diálogo resulta tan poco creíble y disparatado que supe que ya no lo lograría, pero decidí quedarme hasta el final para saber cómo acababa y porque, aunque derrotado, había conseguido ponerme de su parte en el primer capítulo.
Y es que en su favor tiene la emoción de esa vieja historia del destierro y la emigración, del paisaje y los hombres del viejo Aragón. Tiene la aparición de unos sabios ermitaños franciscanos, la curación y el aprendizaje, la austeridad y la inteligencia. El viaje a pie, la búsqueda, el encuentro con el gremio de los canteros y el descubrimiento de una misión que se vuelve un imposible. El escenario de las tres culturas: cristiana, mudéjar y judía y su convivencia. La ilusión de un deseo del siglo XXI llevada al siglo XIII. La lucha contra el señor feudal y sus privilegios, la victoria con la ayuda de los enemigos, los marginados convecinos convertidos en aliados y amigos; el castillo de Monzón y sus templarios, la corte y sus conspiraciones, y un rey Jaime que se convierte en protector y salvador. Novela de aventuras y caminos, montañas y llanos, castillos y monasterios, nobles y villanos, humanidad, justicia, amistad, emociones, dudas, obstinación, romanticismo, misterio, lealtad a la familia y al amor con final feliz. Y un epílogo donde el pasado se hace presente y el tiempo y sus marcas se transforman y permanecen.
Pero una idea brillante, las emociones y la buena intención no bastan para escribir una novela. Porque “Desterrado de cierzo” no es sólo enfrentarse al mito usando alguna de sus armas sino enfrentarse a si mismo. Ya no es sólo perder en la comparación sino dejar en evidencia sus propias limitaciones, sus lagunas, sus fallos, sus errores. Caer derrotada por si misma.
Construir la estructura, el armazón, la cimentación con buenos elementos pero revestir el interior y el exterior con materiales que se convierten en barro con la primera lluvia. La literatura es todo, no es sólo una parte.
Como esos modernos mercadillos medievales que se hacen ahora, reproducciones a escala real para turistas, fiestas de disfraces, teatros a pie de calle en los que se ve, confundiéndose al mismo tiempo, la caracterización con el modernismo.
Porque en la Edad Media, Lérida era Leyda y no Lleida, porque algunos diálogos no los harían creíbles ni los mejores actores, porque no se pueden meter palabras entrecomilladas en un diálogo, porque no se pueden poner como encabezamiento de los capítulos citas de autores contemporáneos –Lorca, Aleixandre, Machado y Neruda- en una narración que transcurre en el siglo XIII, ni hablar farfullando con la efe, ni meter al narrador en la historia con un chiste fuera de sitio del escritor, ni convertir a los personajes en caricaturas.
No se puede escribir una novela esperando que la emoción, el misterio, la poesía, el sentimiento, el amor y la aventura compensen el desequilibrio entre las dos partes, equilibren el otro plato vacío de la balanza.

Luis Antonio Puente. “Desterrado de cierzo” Mira Editores. Zaragoza, 2010.

CONOCIENDO AL ENEMIGO

El caso Kurílov. Irène Némirovsky. Salamanadra. 2010. 155 páginas.

Irène Némirovsky (Kiev, 1903 –Auschwitz, 1942) fue una escritora que, siendo casi una niña, huyó de Rusia tras la revolución bolchevique y se estableció con su familia en París, donde posteriormente desarrolló en lengua francesa una brillante carrera literaria. Por su condición de judía, durante la Segunda Guerra Mundial, fue deportada por los nazis al campo de concentración de Auschwitz donde murió asesinada junto a su marido. En una maleta, sus hijas hallaron el manuscrito de Suite Francesa, una novela inacabada sobre la ocupación de Francia por el ejército alemán. Su publicación en 2004 fue un verdadero acontecimiento literario que hizo que el conjunto de su obra fuera reeditada, en primer lugar en Francia y después en toda Europa. En España, diversas editoriales han ido publicando sus libros en los últimos años. Salamandra editó en 2010 El caso Kurílov, una novela que había permanecido inédita hasta la fecha y que está ambientada en la Rusia de los zares, en los años anteriores a la revolución soviética.

Excepto el capítulo inicial, El caso Kurílov está contada en primera persona por León M., un militante comunista, ahora enfermo y próximo a la muerte, al que el partido encargó en 1903 el asesinato de Kurílov, uno de los ministros más impopulares del gobierno del zar Nicolás II. León M., que fue educado desde niño en los más estrictos principios comunistas, tiene una fe ciega en el partido al que entrega sus creencias y su vida de la manera más acrítica y fanática. Para cumplir la misión que sus superiores le han encargado, se infiltra en los círculos del ministro, de quien acaba siendo médico y persona de confianza. Esto le permite conocer de cerca a su enemigo y darse cuenta de que no es un monstruo como él creía, sino una persona con sus miserias y sus grandezas, sus defectos y sus virtudes, como cualquier otro ser humano.

La novela tiene una gran profundidad psicológica, sobre todo en el retrato íntimo del personaje Kurílov, un hombre esclavo del poder y de las intrigas y camarillas de la corte zarista. De fondo se dibuja una sociedad enfrentada y tremendamente dividida, con dos fanatismos opuestos y en cierto modo simétricos: el de los defensores del caduco régimen del zar y el de los revolucionarios adoctrinados en el dogma y en la consecución de sus objetivos a cualquier precio. Tremendo resulta el personaje de la revolucionaria Fanny, una mujer impregnada de odio y fanatismo, que deshumaniza al adversario para poder eliminarlo físicamente sin ningún remordimiento.

Justamente lo que vive el narrador de la novela es un progresivo, aunque al final inacabado, proceso de humanización que afecta tanto a su propio interior como a la percepción del individuo al que le han encargado asesinar.

Carlos Bravo Suárez

Voces de fondo



Se ha publicado el número 8 de la revista Cabiria, con artículos de Gonzalo Montón sobre las drogas en el cine, Juan Villalba Sebastián sobre la actriz, guionista y productora Natividad Zaro, Francisco Javier Millán sobre la obra de Alejandro González Iñárritu, amén de un artículo mío, Voces de fondo, sobre mi experiencia como redactor de voz en off en algún que otro documental.

Ferias del libro

De Huesca a Madrid - y quién sabe si nos dejamos algún otro rincón - los fans de Nesquens pueden estar tranquilos: ¡¡hay firmas para todos!!

(Y yo me pregunto... ¿firmará también los libros digitales?)

Equilicuá

Muchos de nosotros podríamos llevar una doble vida. Parece muy difícil, pero no lo es. Bastaría con comprar un cuaderno en blanco y escribir en él todo lo que no nos atrevemos a decir, lo que por prudencia callamos. Bastaría con escribir un diario diciendo la verdad.

Porque de eso se trata. Los niños y los borrachos dicen la verdad. Desinhibidos o inocentes dicen lo que realmente piensan; pero nosotros hace muchos años que dejamos de ser niños y empezamos a mentir y callar, a dejar de ser sinceros. Y creemos que somos adultos responsables que dirigimos, gobernamos nuestra vida; uno de tantos (uno más) que vivimos como podemos esta tragicomedia que es vivir sin ver que en realidad lo que hacemos es dejarnos llevar, dejarnos arrastrar por la corriente y las circunstancias. Que nos movemos empujados por la inercia de nuestros errores y frustraciones, superados por las obligaciones cotidianas; ocupados a jornada completa sin tiempo para pararnos a pensar en lo que nos falta y en nuestras contradicciones, atiborrándonos de analgésicos, mendigando el consejo sensato de un amigo, buscando el cuerpo de una mujer en otra y nuevas sensaciones como fe de vida, alguien que nos escuche y ría nuestros chistes, nos comprenda y compadezca, nos haga sentir vivos, nos redima de nuestro vacío repleto de costumbre. De vivir fabricando endorfinas y respuestas sin hacer preguntas.

Y entonces algo sucede. Aparece una palabra que te hace despertar: Equilicuá. Aparece la felicidad y su ausencia. Algo tan simple y que habías olvidado. Y aparecen las preguntas ¿por qué?, y ¿para qué?, y surgen las desoladoras y certeras respuestas sobre qué es la vida. Qué necesitas, qué tienes y qué no tienes. De qué se trata esto de vivir.

Y aparece la marca de la casa. La narrativa de Joaquín, su estilo, su capacidad para hacernos reír y llorar. El amor y la pérdida, el valor y la coherencia, la comedia y la emoción. Su fábula contemporánea en la que nos muestra la cruda realidad de nuestro desconcierto de hombre moderno, el pánico a nuestro reflejo y su artificio, el tiempo robado y malversado, nuestra desequilibrada existencia creada por nosotros mismos.

Y aparece la muerte para golpearnos, abrirnos los ojos y hacernos recuperar la lucidez, la sensatez y la cordura. Porque es la muerte lo que le da sentido a la vida. Es eso. Es bien fácil. Vamos muy deprisa para llegar a ningún sitio. Corremos mucho para que no nos alcance. Nos creemos muy listos y somos realmente estúpidos.
Y aparece la verdad; la necesidad de la verdad: “Quien no se quiere a si mismo es incapaz de amar a los demás. Y la prueba para saber si uno se quiere o no es mirarse al espejo sin avergonzarse de lo que ve, porque nuestro reflejo no es más que la imagen del amor propio”. Equilicuá. Esa es la respuesta. Esa es nuestra única obligación. Ser sinceros con nosotros mismos. Mirarse en el espejo y decir la verdad de lo que vemos. Si eres tú o es otro que se hace pasar por ti. Si vives tu vida o vives la de otro. Mirarse en el espejo y ser capaces de aguantar nuestro reflejo sin romperlo en mil pedazos. Vernos y soportar la verdad.

Joaquín Bergés. “Vive como puedas”. Tusquets Editores. Barcelona, 2011.

Pizpiriquoi?


Hagan click en la imagen para ampliar y saber en qué bosque va a esconderse Nesquens del 2 al 5 de junio. Si quieren más detalles, también pueden visitar el blog de Pizpirigaña, ni que sea por lo gracioso del nombre. Además, así podrán también ver lo bien acompañado que va a estar durante estos días...
El cartel no es de Nesquens (ya querría...) sino de Elisa Arguilé. A ti también te queremos, Elisa!!

Posibilidades de un folleto


La etapa turística de Woody Allen (que los críticos, faltaría más, tachan de “crepuscular” con la originalidad que los caracteriza) me está enseñando más de narratividad que mucha hueca pompa e incluso que otras películas célebres del propio Allen. Desde que filmó la gran Match Point, y con algún interludio neoyorkino que no me gustó del todo, las películas de Allen son como folletos turísticos en forma de película, cada vez más radicales, es decir, más depuradas. Vicky Cristina Barcelona fastidió a muchos porque repartía postales barcelonesas sin caer en la cuenta de las sensibilidades idiosincrásicas de la vecindad, es decir, que dio una visión ilustrada, distanciada, la que pueda reconocerse desde lejos.
En Midnight in Paris la cosa llega al extremo, pero es un extremo muy divertido. A Woody Allen le pagan a cambio de que enseñe una ciudad. Si, como en Vicky…, son varias ciudades las que pagan, allá se marcha Allen, rueda un plano en el hotel donde se hospeda y se vuelve. Aquí pagaron por exhibir la Ciudad de la Luz (creo que se dice así) y Allen planta cinco minutos de postales antes incluso de los títulos de crédito. Las imágenes tienen esa melancolía que va virando al sepia tan típica de Allen, y aparecen yuxtapuestas según las horas del día sobre una pieza de jazz vagamente parisina. Ya está. Ya puede empezar la película, que usa un par de museos, una callejuela, un par de escaparates antiguos y unos estupendos interiores que nos sacan y nos meten del presente en el pasado como en las mangas de un tejido natural. Y en esos interiores más audaces que fastuosos, garantizados por el gancho que tienen los cameos históricos (Kathy Bates haciendo de una Gertrude Stein más simpática de lo que nos imaginamos, Adrien Brody de Dalí, etc.), Allen utiliza las páginas interiores de la guía turística, la Belle Epoque o los años del surrealismo, con un humor que nace precisamente de los tópicos (la silla de Touluse Lautrec, el peinado de Picasso, el mechón clarkgable de Hemingway o el sombrero de Djuna Barnes) y que, casi sin proponérselo, da una versión exacta del pasado: exagerada, imposible, y finalmente tan simple como el propio presente.
Una vez que Allen ha saqueado el folleto turístico procede a saquear su propio catálogo de personajes: la novia de buena posición que se enrolló con un artista pero en lo más profundo de su corazón necesita un banquero pedante, el novio Woody Allen (en este caso, a mi juicio, mejor que Cushack, el último que me gustó cómo lo hizo), los padres educadamente insoportables, ese antagonista estúpido, el advenedizo pedante e insensible, el odioso señor por el que se pirran tantas mujeres, o algo tan sencillo como difícil: sacar una conclusión de novela popular, una moraleja sensata que da sentido a la película.
Y con esos mimbres, que son todo, Allen esboza unos diálogos muy divertidos, llenos de humor más que de chistes, con ese hablar correcto y extendido que tanto echo de menos en el cine contemporáneo, esclavo de la esticomitia. Y, aun habiéndolos, esos chistes tienen más recorrido del que parece. Por ejemplo, el chiste con Buñuel, un tipo retraído, con cara de susto, que es como yo me lo imagino en aquella época. El protagonista, que ya juega a ser un yanqui en la corte del Surrealismo, le sugiere el argumento de una película: unos burgueses que no pueden salir de la habitación. “¿Y por qué no pueden?”, pregunta Buñuel. El americano de 2010 se lo intenta explicar pero Buñuel se encastilla en un “no lo entiendo” que le hace parecer un poco tonto. Ahí el sarcasmo no va con Buñuel sino, me temo, con el surrealismo entero. Lo más probable es que en el folleto turístico dijera cómo escribían Buñuel y Dalí sus guiones: cuando uno imaginaba una escena, si el otro la entendía, la descartaban, y sólo la dejaban si el otro decía “no lo entiendo”. Buñuel rodó esa maravilla, parece decirnos, porque, según las normas del surrealismo, no la entendía.
Yo creo que eso es algo más que un chiste, por no hablar del mejor Hemingway que he visto nunca en el cine, un macarra seductor, o de, en el presente, las mezquinas obsesiones de los americanos cuando salen de viaje: acaparar visiones como acaparan el dinero, hollar el mito para relativizarlo como un país donde las cosas son más baratas. Y todo ello hay que articularlo según el catón de la comedia: un giro, otro giro, otro giro, y una pirueta final. Los giros de Allen son tan sencillos como ingeniosos, tan usuales como sabiamente reutilizados, y todo fluye con la naturalidad precisa, sin tedio y sin prisa, con ligera parsimonia, a la medida del momento que deseamos pasar, que anoche fue delicioso.
Porque cuando voy a ver una película de Woody Allen, por muy disparatada que sea la idea, o ya utilizada, lo que quiero es entrar en su mundo y escucharlo un rato, dejar que me diviertan sus imágenes y luego, con la misma levedad con que pasaron por delante de mí, esperar a que refloten y extiendan su verdadero, inteligente significado.  Allen lleva muchos años sin esconder las cartas. Con el escorzo de la novia mientras mete las maletas en el coche queda resumida mucha estética contemporánea: el resto es hablar, pensar, soñar. Y no ser plasta.

Para mañana

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Para que sepas -cuando el momento de rendir cuentas haya llegado- que no me encerré en casa, que apagué la radio, y a todo telediario di por clausurado. Que me conecté a una red de locos, (porque sí, aún existen soñadores), y te saqué a la calle para darle bocados a nuestro tiempo.


Para que comprendas que no me arranqué tu abrazo, que trabajé cada día para amputarte el lastre, que quise saldar la deuda de mis errores y que llegaran tus alas más allá de donde dejé yo agotadas las oportunidades.


Para que entiendas que si alguna vez pareció posible, yo estuve allí para creerlo, y no tengas que achacarme traiciones, ni rendiciones cobardes antes de tiempo, y puedas mirarme a los ojos, si un día llegaran a asfixiar tus quimeras los mismos dedos con otro guante. Que puedas mirarme a los ojos, y pueda yo, también, buscar los tuyos, sin tener que agachar el rostro. Sin tener que avergonzarme.






(c) Elisa Berna Martínez


Albada 242











OLVIDOS CONSENTIDOS
(22 de mayo de 2011)



Si ayer le hubieran preguntado a T. cuántas patas tiene una hormiga, o si tiene o no antenas, hasta pudiera haber dudado. Esta mañana no.
T. se ha pasado toda la noche soñando con hormigas. Ahora, todavía tumbado sobre la cama, puede recordar sin dificultad hasta el más mínimo detalle del insecto (potentes mandíbulas, garras ganchudas, ojos compuestos).



Está perplejo, o incluso puede que aún esté casi dormido. Confusamente piensa T. que su sueño no es el sueño de un adulto; sin duda está fuera de lugar, porque si todo fuera como debiera, un hombre nunca soñaría con hormigas, sólo los artistas y los niños lo hacen. Él hace años que ya las ha olvidado. A T. hace cientos de generaciones de hormigas que ya le han olvidado.



Ellas (las hormigas) y ellos (los niños) comparten universo, pertenecen a una misma realidad diminuta y lejana. Unos y otras habitan una distante y apartada existencia que los mayores, inmersos en su propia crisálida, ignoran. Ellos, los pequeños humanos, se pasan horas mirándolas fascinados. Agachados o en cuclillas, casi al mismo nivel la cara del hormiguero, las ven ir y venir, afanosas, aplicadas. Ellas, himenópteros de negro charol, arrastran de un lado a otro pesos increíbles, se entregan a encarnizadas batallas fraticidas, corren enloquecidas hasta adentrarse en el primer agujero que se topan.
Esos mismos niños, cuando se cansan de observarlas, aburridos las empujan con palitos, las atrapan en vasos de cristal, las inundan, las aplastan a pisotones. Esas mismas hormigas, cuando la noche envuelve con su aire tibio el jardín, avanzan en fila india hasta la ventana abierta, y suben con fiereza a las camas de las pesadillas de los niños, a los que potentes mandíbulas les hacen gritar despavoridos.



T. se despereza, los sueños se han quedado en la cama bajo las sábanas revueltas. Mientras se ducha piensa que es una suerte que a medida que crecemos nos olvidemos de jugar con las hormigas.


Tras la ventana cerrada, en el jardín, los hormigueros están en plena efervescencia. También sus habitantes prefieren que los humanos adultos juguemos a otras cosas.





El próximo lunes a las 20 h. en la librería Antígona de Zaragoza (c/ Pedro Cerbuna 25), Joaquín Pérez Azaústre presentará su último libro Las Ollerías con el que ganó el premio de poesía Loewe y que edita Visor. Le acompañaremos el escritor José Luis Rodríguez García y quien firma estos desvíos.

Un poema de Las Ollerías:

LA MISIÓN

Se escribe contra todo y contra todos.
Es una realidad:
la vida no es proclive a la escritura.
Esto se comprende en un principio:
luego ya se ha hecho tarde para una retirada.
Primero es una fuerza colosal
y hay que revelarla en la familia,
definir un destino y una vocación.
La etapa dura años. Un libro después,
comprendes que la pugna empieza ahora,
que no acabará nunca, si es que en el trayecto
no terminas tú contigo mismo.
Y no va a pasar nada.
Ver nacer a los hijos, ver sentarse a los viejos
y advertir en sus rasgos nuestros rasgos también.
Escribo como recuerdo,
escribo para acordarme a mí mismo.
Me gustaría volver a escribir:
Al principio dormíamos desnudos.
O escribir: Me despierto. Anochece
y escucho unos murmullos sobre el agua,
el aleteo aterido sin las gotas de sol.
Creo ver a mi padre, anciano y aún robusto,
guiando las primeras brazadas de mi hijo.
Me gustaría, sí, pero no puedo,
por más que esto se trate de una confesión,
aunque yo sea más viejo, aunque mi padre
sea mucho más joven que hace años.
Sin embargo, ¿qué hacer, y hacia dónde mirar,
si no es la sustancia de un buen texto?
No se trata tanto de realismo ,
ni de una exactitud artificial:
quizá ser un licántropo del tiempo
consista únicamente en recoger
todos los fragmentos de la foto,
para poder guardarla en el armario
de las horas futuras.
revolución de uno en uno,
muestra tu voluntad en las plazas de tu ciudad,
hoy y mañana también.

todos los días Asamblea ciudadana de las 20 h. en adelante.
cualquiera tiene el poder de su palabra.
puedes participar, puedes escuchar,
todos somos cualquiera,
voluntad popular y bien común.

Tierra y vida

Con demasiada frecuencia hacemos de la vida un lugar repleto de velocidad, ruido y palabras que no dicen nada. Miramos lejos, siempre más allá del horizonte, a lugares con otro idioma y olvidamos lo que tenemos cerca. Cambiamos exotismo y lejanía por la tierra que pisamos; lo de diario por vestir siempre de domingo y de turistas; el calor por el frío; el frío por un mes de mayo. Castillos en el aire por veinte siglos de soledad. Palacios de cartón por hogares.
Preferimos oír hablar de vidas ajenas antes que mirar debajo de nuestra cama y nuestra alfombra. Somos plañideros, protestones, demagogos en lugar de observadores. Preferimos los fuegos de artificio a nuestro reflejo. Cambiamos pasatiempos por vida. Palabras complicadas para olvidarnos de lo esencial, de lo sencillo, lo elemental; de lo que realmente importa. Rechazamos lo simple para quedarnos con lo que brilla. Aunque sea falso, aunque destiña, aunque sea perecedero y pasajero.
Y entonces llega Susana para dejarnos algo de lucidez en este delirio. En esta queja y en este absurdo en el que se han convertido nuestra vida y nuestra mirada.
Aparece Susana y sus palabras sencillas para hablarnos de tierra y vida.
Tierra en la que vive, que pisan sus pies, que ama y en la que detiene su mirada. Vivir las Cinco Villas/beber la vida/tierra viva.
Palabras, versos, poemas de Susana que hablan de lugares y gentes. Del río Arba y la vida que deja el agua. Del amor a una tierra, suave brisa/fuerte cierzo/claro cielo/niebla intensa.
De su dolor por ver que se ha quedado en medio de la nada. Piedras que vieron el ayer y esperan el mañana, el futuro. Del vacío de la emigración, destino sin retorno de muchos, hijos que no regresarán. De los colonos, los que llegaron con el agua y van muriendo. Del horror de los incendios que calcinan sus montes en noches de junio rojizas.
Poemas de una tierra que es así: la luz encendida/la puerta abierta/la llama en el hogar/la leña cercana/y el pan y el vino/sobre la mesa.
Poemas de vida que nos traen la parte personal. Poemas de recuerdo y homenaje a Miguel Hernández, Becquer y Dulce Chacón, a los hombres y mujeres que se llevó la guerra, de las huellas de su muerte.
Poemas personales para pedir un alma prestada, manos para tocar el mundo, ojos para ver, boca para hablar de esperanza cuando no se tiene nada.
Poemas para dedicarle a una hija, para hablar de amor y edad, fechas de ayer y futuro creado día a día. Poemas para vivir inventando la vida, sabiendo gastarla.
Poemas para hablar de amistad, del maltrato cobarde a las mujeres, del desamor, de niños que pasan hambre con moscas en sus ojos, de guerras modernas que traen lo mismo que las viejas, de vidas rotas en trenes de Atocha.
Poemas para hablar de suerte en la vida, lotería que nunca toca; de un regreso a Soria, y de versos dedicados a ella, de los que siempre forma parte.
Poemas de Susana por los que lentamente ha ido pasando la vida, sus destellos y su dolor. Que son lenguaje de otoño y primavera/ teatro de los sentimientos/canto de vida y muerte/ lágrimas de alegría y desesperación. Palabras y versos para hablar de tierra y vida porque si al poeta le faltan las palabras el verdugo aprovecha la ocasión.
Palabras de Susana que son, como en la cita final de Nikolai Karamzin, un retrato de su espíritu y su corazón.

Susana Hernández Sánchez. “Vivir las Cinco Villas”. Foro de mujeres progresistas de Ejea. Ejea, Zaragoza, 2007.

Experimento II





Hacia la luz
partieron las palabras.
Prendió el invierno.
*
El fuego gris
al filo de tus ojos,
horas iluminadas.


(c) Elisa Berna Martínez

Experimentando





Noche infinita,
cabalga con el mar
a sus espaldas.

*

Lenguaje antiguo,
en los labios extraños
de los amantes.


(c)Elisa Berna Martínez
Una guía para tener claro qué representa no votar, votar en blanco y votar nulo en este enlace a "La libreta en blanco" que te invito a leer. Continuamos en pequeña campaña contra la campaña electoral. ¡Democracia real Ya!

Dos poemas de Elisa Berna

Domingo silente

A los pies de mi cama
llora la calle de rodillas su rezo extraño.
Y no está lloviendo.
Pero parecen deslucidos los colores,
y más quedo el quejido de los gitanos,
y bajan autobuses como siempre,
con la furia de siempre,
con los mismos de siempre dentro
pero más tristes.
Así es este domingo silente
que encubre el último deseo de los borrachos
de vuelta a casa igual de grises.
Igual de solos.

Amanezco en mi cama del mismo lado
y postrado, cada personaje de la película
entona diferente su plegaria.
Con su dolor diferente rezumando.
Con sus diferentes sueños fracasados.
Todos encogidos, en el mismo barrio
en este domingo de abrazo silente.


Constitución

Yo soy breve hija de un libro
que no supo del antes y adolece
crónica ignorancia.
Olvido agudo.

Yo soy una frontera desde entonces,
un borde peligroso con dos filos.
A un lado acudían las quimeras.
Al otro, aglutinados,
rancios episodios vergonzantes
negaban por tres veces el pasado.

Poemas de Elisa Berna
http://www.1balcon.blogspot.com/

Fotografía de Emilio Molins
http://www.flickr.com/photos/7725708@N02/
en campaña contra la campaña electoral

el doctor forges y su clarividencia; el de la corbatilla puede ser "cualquiera", ponle nombre y acertarás (pero no te olvides de Haití).

UNA RUTA ROMÁNICA POR EL VALLE DE BARDAJÍ

El PR-HU50 es un sendero ribagorzano que une las localidades de Campo y San Martín de Veri en dirección noreste, entre el macizo del Turbón y las sierras de Cervín y Baziero. Con una longitud de algo más de veinte kilómetros, el itinerario lleva primero desde Campo al pequeño núcleo de Belveder, atraviesa después varias localidades del valle de Bardají, asciende hasta el refugio de la Margalida y el puerto de la Muria y desciende finalmente hasta San Martín de Veri, donde conecta con el GR-15 que llega desde el oeste procedente de Gabás y se dirige por el este hacia Abella, Espés Bajo y Bonansa.

De este bonito recorrido, que se puede hacer andando en alrededor de siete horas, quiero referirme aquí al tramo que va desde Biescas de Bardají hasta Esterún, pasando por las localidades de Aguascaldas y Llert. Estas cuatro poblaciones, junto a la aldea de Santa Maura (Santa Muera en el habla de la zona), constituyen el municipio denominado Valle de Bardají. Sus cuatro iglesias parroquiales se inscriben, en mayor o menor medida, dentro del estilo románico. A estas iglesias y a algunas características del sendero que las comunica voy a dedicar las siguientes líneas.

Empezamos nuestro recorrido en Biescas de Bardají, una pequeña población situada a unos cuatro kilómetros de Campo. La iglesia parroquial de San Saturnino se encuentra a las afueras del pueblo, en su lado oeste, muy cerca de la casa Nadal. Restaurada hace unos años, tiene como rasgo más destacado su ábside con arquillos ciegos y lesenas, perteneciente a un románico lombardo de tipo popular. En la fachada meridional se abre la actual puerta de entrada, que parece más moderna. También orientada al sur se levanta una espadaña de doble ojo, uno de los cuales conserva su campana. A la nave rectangular, cuya bóveda es de piedra tosca o toba, se le añadieron con posterioridad dos capillas laterales asimétricas. El interior del templo luce espléndido con la piedra desnuda y alberga una bonita pila bautismal de las denominadas gallonadas por la forma externa de su decoración.

A unos doscientos metros de la iglesia y de la citada casa Nadal, se encuentra el caserío principal de Biescas. En lo más alto destaca la casa Tozalet y un poco más al norte se halla la casa Botiguero. El PR-HU50 procedente de Campo pasa junto a la casa Cosculluela, en la que se abre un largo pasadizo abovedado, y continúa hacia el este en dirección a Aguascaldas.

El camino entre Biescas y Aguascaldas es una insulsa pista de poco más de dos kilómetros que se recorren andando en apenas media hora. A mitad del recorrido veremos a nuestra izquierda la pequeña ermita de San José. De escaso interés arquitectónico, es una construcción popular que parece haber sido arreglada recientemente.

La pequeña población de Aguascaldas tiene en su parte alta una plaza abierta con el remozado edificio de la antigua escuela convertida hoy en ayuntamiento. Desde allí parte un camino que en apenas un cuarto de hora nos lleva a la fuente pública del lugar. Si seguimos el PR-HU50, bajamos por una calle hasta la iglesia parroquial. Se trata de un templo de origen románico muy modificado y desprovisto de su ábside semicircular. La puerta de entrada se orienta al sur y lleva fecha de 1712. Destaca la alta torre de tres cuerpos que se levanta casi en el centro de la construcción.

Fuera de nuestro camino, en un cerro divisable desde el pueblo y algo alejado de éste en dirección al sur, se encuentran los restos de la ermita de San Saturnino, a veces denominada de San Salvador. Conserva en pie, tal vez no por mucho tiempo, su ábside de arcos ciegos y lesenas, en la tradición del románico lombardo que acabamos de ver en su homónima y mucho más afortunada iglesia de Biescas.

Volviendo a nuestro PR-HU50, el recorrido entre Aguascaldas y Llert está bastante descuidado en algunos tramos, sobre todo a la salida del primero en dirección al barranco homónimo que se atraviesa sin dificultad. Tras cruzarlo, salimos a una pista que deja a su izquierda y a escasos metros lo que queda de la ermita de San Jorge. De ella fueron despojadas las dovelas de su puerta y las losas de la cubierta, quedando hoy como única techumbre las piedras toscas que conforman su bóveda. En su interior permanece como recuerdo una vieja máquina segadora.

Siguiendo con atención las marcas blanquigualdas, bajaremos hasta la carretera que lleva a Llert. La abandonaremos poco después para tomar un sendero que enseguida gana altura por su izquierda. En pocos minutos pasaremos frente a las famosas fuentes de Llert o de San Pedro, que quedan en la otra orilla del barranco de las Ziallas. Junto a estas fuentes, cuyas apreciadas aguas bajan desde lo alto del Turbón, realizaban antiguamente sus conzellos los habitantes de la Val de Bardaxí.

Siempre atentos a las marcas, y tras cruzar varias veces el barranco de las Ziallas por donde transita el sendero, éste nos lleva hasta la localidad de Llert, a la que ascendemos por un camino algo borrado pero sin pérdida posible. Entre Aguascaldas y Llert habremos invertido aproximadamente una hora de camino.

Entraremos en Llert por una plazuela donde se hallan las casas Arnal -con un bonito escudo-, Chuanalins, Marcantoni y Gabás. Por la derecha ascenderemos hasta la magnífica iglesia parroquial del lugar. De estilo románico y recientemente restaurada, es de planta rectangular con ábside semicircular y dos naves laterales. Sorprende mucho su interior, que alberga, además de un cuadro sobre el bautismo de Cristo y una pila bautismal gallonada, un magnífico coro de madera labrada. En dos piedras de su pared septentrional hay algunas inscripciones de difícil interpretación. Aquí se guardó también durante años una talla en madera de San Adrián, fechada en el siglo XIV, que procedía de la ermita homónima también románica situada cerca de la cima del Turbón, de la que sólo quedan algunos restos de sus cimientos. La talla fue trasladada hace un tiempo para mayor seguridad al museo diocesano de Barbastro. De la iglesia de Llert destaca también su elevada torre de tres cuerpos. Añadida en el siglo XVI, proporciona a la población una bonita silueta que contemplaremos desde el sendero que nos lleva a Esterún.

Para tomar este camino, saldremos de Llert en dirección al norte y poco antes de llegar a la casa Plana, giraremos a nuestra derecha. Siguiendo las marcas, en aproximadamente media hora llegaremos a Esterún. Es esta una pequeña localidad de tres casas. Sólo una de ellas -casa Pedro- se encuentra habitada por el único vecino que resiste en el lugar. Las otras dos -casa Chuansala y casa Mariñosa- están abandonadas y en ruinas. Aún se mantiene en pie la iglesia parroquial de la aldea, también románica aunque con algunos añadidos posteriores. Tiene dos capillas laterales y los restos de un pequeño coro de madera ya prácticamente caído. La puerta de acceso está orientada al sur y en su lado de poniente, frente al ábside semicircular aún bien conservado, se levanta una espadaña de doble ojo.

Desde Esterún, un bello camino entre el bosque nos llevaría en una hora al pequeño refugio de la Margalida, desde donde se puede abordar la ascensión al Turbón o continuar el PR-HU50 hasta San Marín de Veri. En este artículo he querido centrarme, sin embargo, en la parte de este itinerario que permite recorrer una poco conocida ruta románica del pequeño municipio ribagorzano de Valle de Bardají.

Carlos Bravo Suárez

(Artículo publicado en Diario del Alto Aragón)

Imágenes: Iglesia de Biescas de Bardají -una foto del exterior y otra del interior-, Aguascaldas -dos fotos del exterior-, Llert -dos fotos del exterior y dos del interior- y Esterún - dos fotos del exterior.