Tan cerca del aire. Gustavo Martín Garzo. Plaza y Janés. 2010. 300 páginas.
Gustavo Martín Garzo (1948) es uno de los valores más sólidos de la literatura española actual. En su último libro, Tan cerca del aire, el escritor vallisoletano pone otra vez de manifiesto sus grandes dotes de fabulador con una novela que, en la línea de otras anteriores como La princesa manca o El valle de las gigantas, retorna a una literatura enraizada en el cuento popular y repleta de imaginación y belleza, de lirismo y sensibilidad.
Con su habitual finura y delicadeza, Martín Garzo inventa una hermosa historia envuelta en la atmósfera mágica de los cuentos infantiles, donde se mezclan la realidad y la fantasía y se derriban las fronteras entre lo material y lo onírico para penetrar en los insondables misterios escondidos detrás de las apariencias y la superficie de las cosas. Un mundo fantástico y oculto en el que sólo los niños y los enamorados, las almas sensibles y los escritores con verdadera intuición poética son capaces de penetrar y, en este último caso, de descifrar y convertir en creación literaria.
Tan cerca del aire cuenta la historia de Jonás, un niño rural que ha heredado de su padre el oficio de cartero. Así conoce a Doña Paula, una mujer que vive sola a las afueras del pueblo y que tiempo atrás estuvo enamorada del padre del muchacho que acaba de morir. Jonás descubre sorprendido la historia de su familia y en especial de su madre, muerta poco después de que él naciera. Gabriela, como la bautizó Doña Paula, fue una mujer misteriosa y delicada que mantenía una especial y extraña relación con las garzas que su hijo parece haber heredado. La novela transita luego por extraños y mágicos vínculos entre Jonás y las garzas que revolotean a su alrededor, maravillosos descubrimientos, sorprendentes metamorfosis y amores imposibles que sólo brevemente se pueden llegar a consumar.
Lo mejor del libro son las magníficas descripciones de la naturaleza y la casi delirante inventiva del autor, adornada con algunas frases y reflexiones de gran hondura y belleza. Lo peor es tal vez el excesivo endulzamiento de la historia, sobre todo en sus momentos finales, que puede llegar a convertirla en almibarada y algo empalagosa a ojos de algunos lectores.
De todas maneras, no hay que olvidar en ningún momento que Tan cerca del aire es una novela que pertenece al maravilloso mundo de los cuentos y los sueños, y que el libro se inscribe perfectamente en esos parámetros narrativos.
Carlos Bravo Suárez