Albada 238








¿PREMONICIONES?


(17 de abril de 2011)




Me manda mi amigo José la copia de la portada de “La Provincia, Diario Independiente” publicado en Teruel allá por un 22 de abril de 1922. La peculiaridad de este recorte de prensa de aquel “otro” abril turolense de hace 89 años radica en que José Torán (fundador del periódico, ingeniero capaz y comprometido, alma inquieta) narra con minuciosidad la visita a Teruel de los “insignes” Ortega y Gasset y Baroja.



Contado pues el encuentro con detalle, y en algunos momentos casi cercano al chascarrillo (no hay más que leer cuando refiriéndose a Ortega nuestro paisano nos confiesa “ me produjo una ligera decepción su manera de vestir. Aquel gabán tan entallado y tan urbano para una excursión en automóvil...!” ), se desliza de pronto –como bien señaló Antonio Pérez en su libro “El modernismo en la ciudad de Teruel”- el poco agrado que los dos visitantes profesaron por la renovación modernista de nuestra ciudad: al pasear por la Plaza del Mercado ( plaza del Torico) protestaron “airados contra alguna fachada que había roto su aspecto tradicional”.




Sin embargo lo que me interesa hoy a mi de esta curiosa página de la historia cotidiana de Teruel no va sobre los gustos estéticos -¿trasnochados?- de nuestros forasteros, sino sobre el pequeño y muy sorprendente dialogo entre el sabio del “abrigo ceñido” y el ingeniero turolense a propósito del futuro de nuestra provincia:


“Yo le hablaba de las posibilidades de esta provincia, de los ferrocarriles que se necesitan, de la unión para conseguirlos; a lo que él replicaba:


-Pero no crea V. que los hombres se unen solamente por conquistar bienes materiales. Los pueblos luchan siempre por un ideal...



-¿Cuál cree V. que puede ser el nuestro?-me atreví a preguntar al maestro.



-Está en su escudo. Vea V. el cuartel del toro y la estrella.



Confieso que me quedé perplejo. ¡coger una estrella! ¿dirigir la vista arriba!...¿Quién sabe?...”



Noticia por noticia pongo al lado del recorte del viejo diario las páginas de nuestra ultimísima prensa de esta semana: el proyecto Galáctica, la construcción del Observatorio Astrofísico del Pico de Buitre... y... y me quedo perpleja claro, casi tanto como el amigo Torán con aquella respuesta un tanto críptica y bastante enigmática del ilustre filosofo. ¿En qué diantre estaba pensando Ortega? ¿Serían premoniciones? Me sonrío yo sola cuando se me ocurre que habría que llamar al director de alguno de esos locos programas de misterios de la tele para qué nos lo aclarará, esos que “hacen” ya a última hora, cuando precisamente en Teruel sólo las estrellas están en la calle... y hablando de horas, es tarde también cuando escribo estas líneas, entre la una y las dos de la madrugada, casi la misma hora de plenilunio en la que se despidieron los tres paseantes a los pies de la Escalinata aquel lejano abril de 1922.



“Ortega y Gasset repetía sin cesar: -Es este un pueblo extraño, muy extraño.


- Y yo celebraba, al separarme de ellos, que nos juzgaran así y que hubieran visto en nosotros un poco de inquietud”


Así termina Torán su escrito y así lo termino yo.