Imagen tomada de la red
Hasta arder en esta pira
he tenido que arrojarme a demasiados brazos
y abrirme la carne a verdades distintas.
Siempre ha estado pronunciando mi nombre
el lenguaje antiguo de las cosas muertas,
y de tanto lamer el cráneo de los cadáveres
se me agrietó la lengua,
enmudeció la idea,
se me secó el cauce vital que me nutría.
Y ardí.
(c) Elisa Berna Martínez