Insomnio



Con los ojos sordos y mudo el tacto.
Con el sueño despierto en las cortinas.
La luz es niebla en las retinas que tararean
la canción larga de la mañana.
Así se adentran
horas de piedra en la cabeza.
Con su boca agrietada de mutismo
intenta la calma una palabra.
Y no llega el sueño a los relojes
lentos de la vigilia.