* Hola, Marisa y José María:
Después de leer por fin el libro ["Noches de BV80"] estas vacaciones, quería compartir con vosotros los sentimientos que me ha producido.
Para mí, la lectura ha resultado especial dado que conozco a parte de los personajes y lugares que en él se reflejan, y puede por ello que me haya influido a la hora de sentirme más próximo a José Mari. Me gusta como está escrito, y aún con la gran cantidad de nombres y hechos que ir memorizando y relacionando a medida que se va desarrollando la historia, me ha parecido muy agradable de leer, con muchos toques de ese humor tan fino y socarrón que te caracteriza, Valtu, y realmente adictivo (cuando lo acabé volví a empalmar con el principio, siguiendo la historia..).
Sin embargo, lo que he sentido al acabar la lectura ha sido una mezcla de tristeza y rabia porque, aunque esta todo contado con humor y suavizado tras el paso del tiempo, no deja de ser el relato de la desgracia que cae sobre casi todo aquél que intenta hacer cosas interesantes y no recibe más que palos y desprecio.
Las cosas no han cambiado mucho desde entonces, incluso siguen estando algunos de los políticos que empezaban entonces al cargo de eso tan innecesario llamado “cultura”. Tampoco ha cambiado esa apatía tan nuestra frente al esfuerzo de la gente que intenta hacer cosas para que las disfruten los demás, el aprecio a todo lo que llega de fuera frente al desprecio a lo que se hace en casa, la envidia, los aires de “gran artista” de muchos que lo tienen aún casi todo por aprender…
Llego a casa y leo [en el blog del BV80 "Música | Teatro | Plástica | Visuales"] lo que habéis publicado de Cachi y de Paco Rallo, y entonces se confirma que, en efecto, estamos como entonces (o peor, porque entonces estaba todo por hacer y hoy nos valemos del esfuerzo y trabajo de todos los que, como tú, José Mari, han luchado por llevar adelante la creación). Luego, siempre sale el listo que se apunta a la “movida” y se sube ahora al carro que saboteó en su día.
Me parece increíble que todavía le queden ganas al Señor VALTUEÑA, después de lo que ha pasado, y con sus 55 años, como crío recién salido de la Escuela de Bellas Artes, de seguir CREANDO, agitando, agudo e incisivo como nadie, pensando permanentemente en su nuevo libro, en su corto, el guión para una película, en pintar, en crear instrumentos, en sex… bueno, en NO PARAR.
Como muy bien dice Paco Rallo, en esta tierra hay muchos y muy buenos creadores, y lo que hace falta es que puedan trabajar aquí, que sigan saliendo nuevos. Que la gente los pueda y sepa apreciar, que los políticos no se olviden de que están al servicio de la sociedad, administrando nuestro dinero para crear o mantener con él los recursos que permitan el desarrollo de la cultura y con todo eso, puede que merezcamos ser Capital Europea de la Cultura, próximo objetivo de nuestra Ciudad.
Muchas gracias a Marisa y a ti por invertir 5 años de vuestra vida en escribir el libro y compartir todo esto con los demás, y muchas gracias también por lo que ha de venir, que no serán pocas cosas, de eso estoy seguro.
Un fuerte abrazo.
Nosotros (Valtueña y Marisa Lanca) también le queremos.
* [Imagen de Muchacho electrónico: recreación de Marisa Lanca]