"Cada día dudo entre limpiar o trabajar. Siempre termino escribiendo". Esther Freud observa la habitación de su casa en el norte de Londres como si fuera la primera vez en mucho tiempo”
Esther Freud, a la felicidad por la escritura. Babelia, El País
Jajaja, esto mismo me ocurre a mí con el cuartito donde escribo (decir estudio o despacho siempre me ha provocado escalofríos por lo pretencioso). Debería ordenarlo y tirar algunos (muuuuchos) papeles sobrantes y más de un trasto, pero en lugar de eso, hago como la señora Freud: me pongo a escribir y olvido el desorden. Si es que no tenemos remedio.
(La fotografía la he tomado de El País)