Disfrazada con rulos fucsias
y corta bata acolchada, de lilas apagadas y mustio verde,
recorre los pasillos de la casa.
Disfrazada de buenas palabras
y armada hasta los dientes
estrangulas al músculo rojo,
rapero de sentimientos aniquilados
y volteas al fofo calendario,
suspendido entre el ayer
y el mañana.
Media vuelta de rizos atrevidos,
corbatas de corales y flores de espuma de mar.
Media vuelta a los arrabales
donde el café humeante te espera en la cocina
Y también la costumbre
que, aunque armada hasta los dientes,vive sorda de palabras.